Una nueva ronda de sanciones de Estados Unidos a Rusia entra en vigor este miércoles. Esta vez, son la respuesta de Washington al envenenamiento en Reino Unido del espía Sergei Skripal y su hija.
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En marzo pasado, Skripal y su hija Yulia fueron víctimas de un envenenamiento con el letalmente tóxico agente químico Novichok del cual Reino Unido acusó al gobierno de Rusia.
Estados Unidos fue uno de varios países que siguieron la represalia británica de expulsar a diplomáticos rusos de sus territorios. Pero Washington fue más allá.
El Departamento de Estado de EE.UU. determinó que el gobierno de la Federación Rusa "utilizó armas químicas o biológicas en violación de la ley internacional o utilizó armas químicas o biológicas letales contra sus propios ciudadanos", como lo confirmó la portavoz Heather Nauert.
A partir de entonces, impuso una serie de sanciones que se relacionan a las exportaciones de componentes electrónicos sensibles y otras tecnologías.
Además, el Departamento de Estado afirmó que sanciones "más draconianas" seguirían en el plazo de 90 días si Rusia no da garantías confiables de que no continuará utilizando armas químicas y que permitirá la entrada de inspectores de la ONU a ciertas instalaciones.