Legalmente todavía no es presidente electo, pero Andrés Manuel López Obrador ya se ha convertido en el personaje central de la vida política de México.
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A un mes las elecciones presidenciales del 1 de julio, el candidato ganador ya se ha reunido con varios altos funcionarios extranjeros y designó un gabinete que ya empezó a poner manos a la obra.
También anunció un estricto programa de austeridad y combate a la corrupción, que ya influye en algunas de las actividades del gobierno en funciones.
Todo sin haber sido declarado presidente electo pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aún no concluye la calificación de los comicios.
Es el trámite legal antes de declarar a AMLO, como se conoce en México al candidato, el ganador oficial de la contienda.
Pero eso no ha sido obstáculo en estas semanas para que López Obrador, quien está supuesto a tomar posesión hasta el 1 de diciembre, marque la agenda del país, coinciden analistas.