La pequeña empresaria Silvana Siqueira, de 39 años, se unió a otras cuatro mujeres en un automóvil y atravesó la frontera entre Brasil y Venezuela a principios de este año con un objetivo: someterse a una cirugía plástica.
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No son las únicas. Según le dijeron a BBC News Brasil médicos y otros trabajadores de esa industria, en los últimos años ha crecido el número de brasileños que viajan a países colindantes como Bolivia o Venezuela para hacerse operaciones estéticas.
Y así fue como creció todo un mercado en torno a ese negocio.
En internet y en Facebook hay un sinnúmero de páginas y grupos dedicados al asunto.
Los interesados crean grupos de WhatsApp, formados en su mayoría por mujeres, en los que intercambian experiencias y organizan estos viajes, atraídos fundamentalmente por la oferta de precios más bajos que en Brasil.
Pero además, han proliferado los brasileños intermediarios entre pacientes, médicos y cuidadores para el postoperatorio.
No existen cifras estadísticas sobre cuántos son los brasileños que van a operarse a los países vecinos, pero el cambio de divisa favorable es uno de los principales atractivos.
Algunos procedimientos llegan a costar menos de la mitad de lo que valen en Brasil.