"Para demostrarle que realmente la amaba y que podía hacer algo extraordinario".
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Quien habla es Michael -no es su nombre real-, quien se practicó una vasectomía hace unos meses, pero no le ha contado a nadie que lo hizo, excepto a su mujer.
"Me daría mucha rabia si alguien se da cuenta. Hay mucho estigma y no quiero que la gente me juzgue o se meta en mi vida privada", le contó a la BBC para explicar la razón por la que no quiere ser identificado para este artículo.
A diferencia de Europa o Estados Unidos, donde es un procedimiento común, la esterilización masculina provoca miedo en muchos países de África.