Imagina que estás en un aeropuerto, en alguno de Europa o Estados Unidos.
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Estás esperando a tu mujer (llamémosla Layla) después del trabajo y juntos van a coger un vuelo para irse de vacaciones. Ella llega tarde, así que la esperas en una cafetería.
Pronto te quedas perdido en tus pensamientos, así que no la ves alzando la mano desde el otro lado de la terminal. ¿Cómo puede captar tu atención?
Gritar tu nombre podría funcionar. Pero si lo hace, las personas que están en la terminal entrarían en pánico. Y los equipos de seguridad en alerta.
Tu querida esposa puede acabar en una habitación oscura y ser interrogada durante horas.
¿Cuál es el problema?
Tu mujer es musulmana practicante y tu nombre es Jihad.