Soy coleccionista de madres. Tengo varias de repuesto en caso de que las necesite. Las tengo de diferentes tipos, una para cada ocasión.
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Por supuesto que mucha gente está completamente feliz con la que tiene. Una madre que no vive demasiado lejos, con la que pueden compartir los momentos buenos y los malos, y reírse juntas, lanzándose miradas amorosas.
Me alegro por ti, si ese es tu caso; pero no todos podemos ser como tú.
Yo soy adoptada y quizás por eso es que siempre busqué madres adicionales, en caso de que volviera a perder una.
Mi madre adoptiva es muy tradicional. Tienen una lengua afilada, una mente alerta y, cuando éramos niñas, ella nos defendía, pero no toleraba ningún disparate.
Ella sobrevivió una guerra en Londres y era muy fuerte, y esperaba que nosotros también lo fuéramos.
Como me dijo una vez a mi hermana y a mí, mientras compartíamos un cigarrillo en la cama: "La vida es buena, si no son débiles".