Cuando Eritrea obtuvo su independencia en 1993, Etiopía se halló repentinamente sin una costa por la que acceder al mar, por lo que tomó la decisión lógica de disolver su Armada. Ahora, sus más recientes maniobras sugieren que podría estar indagando en la región en busca de una base naval que pueda utilizar.
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El primer ministro Abiy Ahmed dijo recientemente en la televisión estatal: "Construimos una de las fuerzas terrestres y aéreas más fuertes de África… deberíamos construir nuestra fuerza naval en el futuro".
Sus comentarios revelaron las ambiciones marítimas del país pero sus planes sobre cómo alcanzar este objetivo no han sido revelados. Pese a ello, los más recientes intentos de Etiopía de lograr acuerdos con sus vecinos con acceso a costas indican que hay algo en marcha.
¿De qué se trata?
La cadena de radiotelevisión Fana, vinculada al Estado, citó a Abiy diciendo que la reforma de las fuerzas militares debería "tomar en cuenta la rápida transformación del mundo así como la situación socioeconómica y política de Etiopía".
Entre 1998 y el año 2000, Etiopía y Eritrea tuvieron una dura guerra fronteriza tras la cual quedaron pocas probabilidades de que Etiopía pudiera seguir usando los puertos eritreos como había hecho previamente. Así que tuvo que buscar alternativas.
Etiopía recientemente firmó un acuerdo para tener una participación en el puerto de Yibuti, a través del cual se manejan casi 95% de todas sus importaciones y exportaciones.
También está conectada con su pequeño vecino por una nueva línea ferroviaria de 759 kilómetros, que fue abierta el año pasado y que conecta la capital Addis Abeba con el puerto de Doraleh, una extensión del puerto de Yibuti.
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La línea férrea ayudó a incrementar el movimiento de volumen desde y hacia el puerto en un grado tal que ahora al menos 70% de toda su actividad está relacionada con comercio etíope.
Roba Megerssa Akawak, jefe de la compañía estatal ESLSE, dedicada a tareas logísticas, le dijo a Bloomberg que a Etiopía le preocupaba que Yibuti estuviera controlado por fuerzas navales extranjeras. Estados Unidos, China, Japón y Francia tienen bases militares en ese país.
"Nos preocupa que quizá en el futuro ni siquiera Yibuti tendrá capacidad para decidir su propio destino. Esta es una amenaza importante para Etiopía", señaló Roba.
Agregó que la Armada serviría para proteger también los 11 barcos comerciales etíopes en una "muy volátil" área del Mar Rojo, en la cual Etiopía tiene otros intereses económicos y donde "existen intereses políticos enfrentados".