El presidente Donald Trump se revolvió contra sus socios en el G7, el club que agrupa a los países más industrializados del planeta, después de reunirse en la reciente cumbre de Canadá.
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El mandatario estadounidense escribió en su cuenta de Twitter comentarios muy críticos como respuesta a unas declaraciones del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El gobernante canadiense había anunciado que Canadá respondería con nuevos aranceles a los impuestos por Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio.
Trump también retiró su apoyo al comunicado conjunto que había sido negociado durante la cumbre.
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El presidente reiteró sus protestas porque, a su juicio, el gasto en defensa de los aliados de Estados Unidos es escaso y las barreras comerciales que imponen en sus aduanas demasiado altas.
También le recordó al mundo que está sopesando la posibilidad de imponer aranceles adicionales a la importación de automóviles.
¿Realmente tiene razón Trump al quejarse?
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https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1005586152076689408
Lo que tuiteó Trump: "¡Debido a las falsas afirmaciones de Justin en una rueda de prensa y al hecho de que Canadá está imponiendo aranceles masivos a nuestros granjeros, trabajadores y compañías de EE.UU., he ordenado a nuestros representantes de EE.UU. no apoyar el comunicado mientras estudiamos aranceles sobre los automóviles que inundan el mercado de EE.UU!".
La realidad: Trump aludió a "los automóviles que inundan el mercado de Estados Unidos".
Es cierto que Estados Unidos importa más autos de los que exporta. El año pasado, el país vendió al exterior vehículos por valor de US$52.000 millones, pero sus importaciones suponen más de tres veces esa cantidad.
También lo es que las tarifas aduaneras de Estados Unidos a los vehículos importados son relativamente bajas (2,5%) si se las compara con las de la Unión Europea (10%), aunque Japón no aplica ninguna.
Si se fija la mirada en algunos productos en particular, se puede calibrar mejor si de verdad un país está siendo injusto en sus políticas comerciales.
En el caso de Estados Unidos, podríamos fijarnos en su arancel a las camionetas ligeras, que llega hasta el 25%.
Para hacerse una idea de cuánto un país protege a su industria local tiene mas sentido fijarse en el promedio de los aranceles. Hay varias formas de calcular un promedio, pero la impresión general que surge del análisis de las cifras es la de que las tasas arancelarias de Estados Unidos están entre las más bajas.
Otros países ricos tienen, en general, aranceles ligeramente más altos. No demasiado en cualquier caso.