"Salvaremos miles y miles de vidas".
PUBLICIDAD
Así lo aseguró este miércoles el presidente estadounidense Donald Trump tras firmar la ley conocida como "derecho a probar", que legaliza los tratamientos experimentales para pacientes con enfermedades terminales para las que la medicina común aún no encontró remedio.
Hasta ahora, los pacientes podían solicitar a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) el acceso a medicamentos sin aprobación y la mayoría recibía el permiso.
Con la nueva norma, la FDA no tendrá derecho a supervisar los tratamientos experimentales como hasta ahora y únicamente será informada una vez programados.
Las farmacéuticas, por su parte, serán las que decidan dar luz verde o no a estos tratamientos y no estarán obligadas a dar acceso a medicamentos no aprobados para los pacientes que lo soliciten.
Por este motivo, la medida causa polémica y rechazo por parte de grupos de defensa de pacientes terminales que sostienen que esta ley no tendrá gran impacto en el aumento del acceso a ese tipo de tratamientos.
No obstante, la Cámara de Representantes aprobó la legislación la semana pasada después de que el Senado también diera el visto bueno en agosto, pasos previos a que Trump convirtiera este miércoles la propuesta legislativa en ley.