Una isla brasileña remota, donde está prohibido dar a luz, celebró al primer bebé nacido allí en 12 años.
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Una mujer que prefiere mantener su nombre en el anonimato tuvo una niña el pasado sábado en Fernando de Noronha, ubicada en el Atlántico, a 370 kilómetros al este de la ciudad de Natal.
La isla tiene alrededor de 3.000 habitantes, cuenta con algunas de las mejores playas del mundo y es famosa por su reserva de vida silvestre.
Pero carece de salas de parto.
Debido a la vulnerabilidad de la reserva, donde viven tortugas marinas, delfines, ballenas y aves raras, existen estrictos controles de población.