Ahmad Shah, quien fue asesinado a los 29 años, era un hombre sencillo, pero su trabajo como reportero de la BBC en Afganistán no tenía nada de modesto.
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Será recordado como un periodista versátil y energético, con una amplia gama de intereses y siempre lleno de ideas para nuevas historias.
Su instinto periodístico se estaba puliendo y mejorando cada día.
Era callado, reservado e inteligente. Alguien que estaba bien informado, siempre dispuesto a aceptar un reto y listo para dar el máximo.
Ahmad entró a la BBC tras trabajar en la radio local afgana a principios de 2017. Su tarea inicial fue cubrir su natal provincia de Khost, en el sudeste de Afganistán, pero pronto comenzó a cubrir las provincias vecinas de Paktia y Paktika para la televisión, radio e internet.
Pasión por el periodismo
Empezó con la BBC como colaborador independiente, antes de recibir un contrato de tiempo completo reporteando para el Servicio Pashto.
Para Ahmad, que se había graduado en periodismo de la Universidad Shaikh Zayed, en Khost, hacía seis años, su trabajo no era simplemente una profesión; era su pasión.
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Tenía un muy buen ojo para las historias humanas.
Registró la creciente popularidad de la lectura, la poesía y aprendizaje de inglés entre la juventud de Khost, sobre todo entre las mujeres jóvenes.
Muchos recordamos su crónica del increíble museo en Khost, donde 400 artefactos están hacinados en un pequeño espacio de 20 metros cuadrados.