La acumulación de desechos plásticos en Indonesia se ha vuelto tan aguda que las autoridades han convocado al ejército para ayudar a paliar la crisis.
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Los ríos y los canales están obstruidos por densas masas de botellas, bolsas y otros envases de plástico.
Los funcionarios dicen que libran una "batalla" contra el desperdicio que se acumula tan rápido como lo limpian.
El comandante de una unidad militar en la ciudad de Bandung lo describió como "nuestro mayor enemigo".
Al igual que en muchos países que se desarrollan de forma rápida, en Indonesia se han hecho notorias las dificultades que enfrenta para lidiar con montañas de basura.
El boom poblacional se combina con un aumento explosivo del uso de envases y envoltorios de plástico que reemplazaron a los envases biodegradables naturales como las hojas de plátano.
El resultado es que los recolectores locales de basura no pueden seguir el ritmo de la dramática expansión de los residuos generados.