"Mi nombre es JC y soy adicto al trabajo".
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JC, quien vive en Tampa Bay, Florida, en Estados Unidos, asegura que necesitó mucho valor la primera vez que se paró y habló frente a un grupo de personas que nunca había conocido antes.
JC, quien no quiere que revelemos su verdadero nombre, fue a una reunión de Workaholics Anonymous (Adictos al Trabajo Anónimos) porque sentía que ya no podía seguir adelante.
Tiene 40 años y es una trabajadora del sector salud que logró vencer su alcoholismo y su trastorno de alimentación. Pero dice que no puede experimentar la serenidad que esperaba obtener con la sobriedad porque ahora se ha vuelto adicta al trabajo.
"Me veía constantemente obsesionada con el trabajo", afirma. "Me di cuenta de que usaba el trabajo para bloquearme y evitarme a mí misma, a mis sentimientos y mis temores".
Su adicción al trabajo y el estrés que esto provocó afectó su salud.