La crisis política abierta en España por el conflicto catalán no cesa.
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El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ordenó este viernes el ingreso en prisión de Jordi Turull, el dirigente al que la mayoría independentista tenía previsto proclamar este sábado en el Parlamento catalán como nuevo presidente de Cataluña.
Llarena decidió además procesarlo por rebelión junto a otros 12 implicados en la organización del referéndum de independencia del pasado 1 de octubre, declarado ilegal por las autoridades españolas, y reactivar la orden de detención europea contra el expresidente catalán Carles Puigdemont y otros dirigentes huidos en el extranjero.
Entre los políticos independentistas que serán juzgados por rebelión está el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras, la expresidenta del Parlamento regional Carme Forcadell y los encarcelados líderes de las dos principales organizaciones sociales secesionistas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, entre otros.
La dirigente de la independentista Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) , Marta Rovira, se negó a comparecer ante el Supremo y anunció su marcha a Suiza "camino del exilio". Según dijo, es su única manera de protestar contra la unos "tribunales que intimidan" y para poder ejercer su libertad de expresión.
Con el encarcelamiento de Turull ya son tres los candidatos apoyados por las fuerzas separatistas, que cuentan con mayoría en la cámara, que ven frustradas sus aspiraciones de gobierno por su papel en el fallido proceso independentista.