Son de madera, tienen 3.000 años de antigüedad y fueron devueltas a México.
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Se trata de dos estatuas prehispánicas de madera que pertenecieron a la civilización Olmeca que habitó el territorio sur de lo que hoy en día es México entre el 1150 a. C. hasta el 900 a. C.
Las autoridades mexicanas aseguran que los dos bustos de madera olmeca, en los que los rasgos humanos apenas se distinguen, fueron tomados ilegalmente del sitio arqueológico El Mantí, ubicado en la cuenca baja del río Coatzacoalcos, en Veracruz, en el este de México, según publica el diario El Universal.
Las estatuas fueron confiscadas del coleccionista de arte costarricense Leonardo Patterson en el sur de Alemania en 2008.
Los bustos son dos de las piezas precolombinas más antiguas hechas de materia orgánica que existen. Y para México tienen un valor histórico y cultural enorme.
En el mercado internacional costarían cada una 100.000 euros (unos US$ 123.000), señala el diario mexicano La Razón.
En 2015, un tribunal dictaminó que las piezas pertenecían a México y el martes fueron entregadas al embajador mexicano en Alemania, Rogelio Granguillhome.
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Pesquisa internacional
Las estatuas estuvieron guardadas en la Colección Arqueológica estatal de Baviera después de que fueron confiscadas en Múnich en 2008.