Nunca había logrado subir a un podio en una prueba de la Copa del Mundo y su mejor figuración sobre unos esquíes había sido un séptimo lugar.
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Pero lo más increíble de la sorpresiva victoria de la checa Ester Ledecka el fin de semana en el eslalon súper gigante o súper-G de las Olimpiadas de Invierno de PyeongChang 2018 no fue que derrotó a todas la favoritas y tampoco que lo hiciera en una prueba que ni siquiera es su especialidad.
Lo asombroso fue que la campeona del mundo de eslalon en snowboard conquisto la medalla de oro con unos esquíes prestados.