Los estudiantes de la escuela Stoneman Douglas de Parkland habían practicado qué hacer en caso de tiroteo: la escuela realizó simulacros y contaba con un sistema de seguridad.
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Pero, pese a ello, un solo atacante de 19 años de edad fue capaz de matar a 17 personas el pasado Día de San Valentín.
Ahora los estudiantes que vivieron aquella tragedia dicen basta: rechazan la llamada "nueva normalidad" de su generación, en la que matanzas de este tipo son habituales.
"Es absolutamente demencial que un joven de 19 años no pueda comprar alcohol, pero pueda adquirir un AR-15, una arma de guerra", dice Alex Wind a la BBC, uno de los supervivientes de Parkland.
Cuando el tiroteo ocurrió, Wind se tuvo que refugiar en la oscuridad junto a otros 60 estudiantes durante más de una hora, mientras el autor de la matanza, Nikolas Cruz, recorría los pasillos de su colegio con un rifle AR-15.