Cuando en estos países los políticos dicen que los ciudadanos son el capital de la nación no mienten. Especialmente si se refieren a aquellos que emigraron al extranjero.
PUBLICIDAD
Las remesas, el dinero que envían a sus países de origen los trabajadores expatriados, representan más del 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en cinco de 15 países de América Latina incluidos en un estudio reciente del centro de estudios Diálogo Interamericano, con sede en Washington.
Durante 2017, los recursos transferidos por los emigrantes de esos 15 estados sumaron más de US$73.000 millones, lo que representa un incremento de más de 8% en relación con el año anterior.
Más de una tercera parte de esos fondos, US$28.630 millones, tuvieron como destino México y procedían en su mayor parte de Estados Unidos.
Pese a la magnitud de esa cifra se trata de un monto relativamente modesto —menos de 3%— para el tamaño de la economía mexicana, cuyo PIB en 2017 superó el billón de dólares.
Para otros países de la región, sin embargo, las remesas constituyen una parte vital de su economía, llegando a representar hasta más de una tercera parte de su PIB.
BBC Mundo te cuenta cuáles son esos países y cuán importantes son para ellos los recursos enviados por sus emigrantes.
PUBLICIDAD
Haití
Haití es la nación más pobre de América Latina y, a la vez, la más dependiente de las remesas.