Era algo cotidiano: con frecuencia a la sucursal del banco holandés Rabobank en el condado Imperial de California llegaban personas con sacos y bolsas repletas de dólares para depositarlos en distintas cuentas.
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Aparentemente el dinero provenía de negocios legales en México. Pero en realidad eso nunca se supo, porque en el banco no tomaron las precauciones para conocer su origen.
Rabobank fue multado este martes con US$368,7 millones porque su "deficiente programa" contra lavado de activos permitió la inversión de cientos de millones de dólares imposibles de rastrear, informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
El caso pone en evidencia una realidad presente en el país: desde 2010 se endurecieron las leyes contra lavado de dinero, pero los carteles mexicanos de las drogas todavía realizan negocios con los bancos.
Y aunque es más difícil que antes, las operaciones se hacen con relativa facilidad, reconocen especialistas. ¿Por qué?
"Los sistemas financieros siguen siendo vulnerables, no obstante que hay muchísimas disposiciones y reglamentaciones", le dice a BBC Mundo el especialista Herbert Bettinger.
"No hay banca que conozca perfectamente bien a su cliente, no obstante que ese cliente tenga muchos años con la cuenta abierta. Nunca sabe si el día de mañana se relacione con la gente malosa".
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"Confianza indebida"
No hay una sola razón para la vulnerabilidad de los bancos, algo que México comparte con otros países.
Un problema es el creciente robo de identidad en el país, que permite a las organizaciones realizar operaciones legales a nombre de personas sin historia criminal.
Mientras no se detecte la usurpación "se pueden mover con mucha libertad en los ámbitos financieros", señala el especialista.