El estudio del esqueleto humano más antiguo encontrado en Reino Unido contradice la creencia popular de que la mayoría de europeos tuvieron siempre la piel de color claro.
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Un análisis genético del conocido como "hombre de Cheddar", de 10.000 años de antigüedad, reveló que la pigmentación de su piel era "de oscura a negra".
Su rostro, reconstruido gracias a un escáner de alta tecnología, muestra un aspecto totalmente opuesto a las pieles blanquecinas que hoy caracterizan a muchos de los británicos.
"La combinación de una piel muy oscura con los ojos azules no es lo que típicamente solemos imaginar, pero esa era la apariencia real de aquella gente", dijo Chris Stringer, del Museo de Ciencias Naturales de Londres donde fue expuesto este miércoles.
De hecho, según Yoan Dieckmann, del equipo del University College de Londres responsable del estudio, la piel clara que asociamos a los europeos modernos del norte sería un fenómeno "relativamente reciente".