Hace diez meses, Jessica, una mujer de treinta y pico de años, sintió un deseo profundo de tener un hijo. Tras una serie de relaciones fallidas tomó una decisión radical para cambiar su destino: puso un aviso en internet para buscar al futuro padre. Lo que encontró fue mucho más —y mejor— de lo que esperaba.
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"Sexo seguro y sin protección para concebir un bebé", rezaba el anuncio.
"Tengo 30 y tantos años y ya me cansé de buscar a la pareja perfecta. Quiero un bebé".
Jessica publicó este aviso en la sección de anuncios personales de Craigslist, una página de internet conocida por la oferta de productos de segunda mano.
El potencial padre debería tener más de 1,75 de estatura, menos de 40 años, y someterse a una prueba para comprobar que no padecía ninguna enfermedad de transmisión sexual.
También debía estar dispuesto a "mantener relaciones sexuales frecuentes por unos cuantos días".
Jessica no siente que deba disculparse por su franqueza.
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"Nuestros abuelos no pasaban años y años viviendo juntos y mirando series de televisión", explica.
"Empezar una familia era claramente el objetivo que tenían en mente".
En lo que dura un viaje
Jessica también fue testigo de cómo muchas de sus amigas empezaban una familia después de haberse enamorado locamente, solo para separarse más tarde después largas disputas y furiosas recriminaciones.
"Decidí que podía sacrificar mi sueño romántico siempre y cuando mi hijo tuviese un padre y una madre que lo quisiesen y lo cuidaran", explica.
Y fue así que durante un viaje de su casa —en las afueras de Londres— al centro publicó su aviso en Craigslist.