En el Aeropuerto Internacional Incheon (AII), cerca de la capital de Corea del Sur, Seúl, un agradable equipo de empleados te ayudan a encontrar tu puerta de embarque o te acompañan a la sala más cercana.
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Están bien entrenados, se comportan muy bien y son políglotas. Pero no son muy buenos para la charla trivial.
Son robots.
Los guías robóticos del aeropuerto, desarrollados por el gigante de la tecnología coreana LG Electronics, han estado trabajando junto con los empleados humanos desde fines de julio.
Miden 1,4 metros de alto, se mueven de forma autónoma sobre una base con ruedas, exhiben una pantalla LCD con información y navegan usando cámaras y sensores ultrasónicos, láser y de detección de bordes.
También pueden reconocer voz y procesar lenguaje.