Para Ivan Kroghrud, los seis años que pasó en la Armada noruega en los 90 fueron una etapa de adaptación permanente a nuevos compañeros.
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Todos los agostos recibía a un nuevo grupo de reclutas. Y al trabajar muchas horas en barcos de patrullaje relativamente pequeños, la tripulación llegaba a conocerse rápidamente.
Así, aprendían las características personales de cada uno y la mejor forma de trabajar juntos.
Pero cuando Kroghrud se pasó al mundo empresarial —a través de QuestBack, una empresa de encuestas en internet y recopilación de datos que fundó en 2000— se encontró con una situación era totalmente opuesta.
En menos de diez años, su compañía ya tenía más de 300 empleados. Tantos que no se sabía algunos de sus nombres, mucho menos tenía idea sobre cada una de sus personalidades.
"Me intrigaba y me frustraba la cantidad de tiempo que tomaba conocer realmente a alguien", apunta Kroghrud, "si se deja que las personas descubran quiénes son solo cuando trabajan juntos, seguramente habrá problemas y conflictos".
En 2011, mientras asistía a una conferencia en la London Business School, un profesor mencionó una idea que Kroghrud pensó que resolvería el problema: un manual de usuario personal.