"La única cosa que la gente conocía de las ballenas era por la novela de Herman Melville ‘Moby Dick’. El tamaño de estos animales llevó a la gente a temerles", señala el doctor Roger Payne, un biólogo estadounidense que lleva estudiando estos mamíferos marinos por más de 50 años.
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En esa época, las ballenas estaban siendo cazadas casi hasta la extinción por una industria ballenera que gozaba de cuotas altísimas.
Durante los años 60, con la ayuda de potentes arponeros, llegaron a matar hasta 30.000 ballenas azules, el animal más grande de la naturaleza.
Roger Payne estaba horrorizado y buscó desesperadamente maneras de hacer que la gente conociera más sobre estas criaturas y cambiara su percepción de ellas.
La solución la encontró inesperadamente en el canto de las ballenas y de una grabación de esa música submarina que se convirtió en un disco que le dio la vuelta al mundo e impulsó el movimiento conservacionista moderno.
Grabaciones submarinas
"La industria ballenera llegó en un momento a tener más valor que el resto de toda la industria pesquera", explica el doctor Payne a la BBC.
"Había una Comisión Ballenera Internacional establecida para controlar la población de ballenas pero las cuotas que permitía eran demasiado altas y las ballenas se estaban extinguiendo".