Barranquilla

Estudiantes de la jornada nocturna: Los centuriones de la noche barranquillera

2732 alumnos del SENA han optado por este horario de estudio entre las 9:30 p.m. y a las 5:30 a.m. para obtener sus logros académicos en la capital del Atlántico.

La luna barranquillera, la misma que inspiró musicalmente a Esthercita Forero, ha sido testigo del esfuerzo de centenares de jóvenes que estudian en el horario nocturno, tiempo de descanso en que la mayoría de los habitantes de la ciudad duermen en sus  casas.

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“Lo que me motiva en estudiar esta jornada radica en que mientras uno sale adelante laborando puede seguir superando y sacando a su familia adelante y es muy bueno que tengan en cuenta eso para las personas que trabajan pero que desean seguir estudiando para avanzar”, dijo a PUBLIMETRO el estudiante Nelson Bolaños.

Desafiando la sabiduría del consejo popular de “hacer de la noche, noche, y del día, día, para vivir con alegría”, 2732 jóvenes sueñan despiertos con alcanzar la meta de estudiar gratuitamente y graduarse en el Programa SENA 24 horas en la Regional Atlántico, que ofrece estudios como técnicos o tecnólogos en áreas que abarcan desde la contabilidad, gestión administrativa, mantenimiento de equipos, soldadura, producción multimedia, entre otras opciones durante uno o un año y medio de formación.

Venciendo el sueño

Estos “centuriones de la noche” tal cual bautizara Joe Arroyo a aquellos permanecen con las neuronas despiertas a altas horas,  tienen que hacer sensibles desprendimientos, con tal de cumplir con la exigente formación. Entre ellos: despegarse de sus seres queridos, dejar de ir a reuniones familiares o amigos, ver por televisión programas o partidos del Junior o de la Selección Colombia.

Javier Rodríguez, alumno de Gestión Empresarial, contó a PUBLIMETRO que lo más difícil de instruirse en esta jornada fue la primera noche. “Es la más dura de todas pues nos dormíamos a cada rato, andábamos como zombis sin saber si era de día o de noche. Es al principio de la formación al tratar de acostumbrar a un organismo  que realiza actividades durante el día comer, caminar, analizar a hacerlo en horas de la madrugada”.

El filósofo Aristóteles comenzó las observaciones de lo que ha sido denominado como el “ciclo circadiano” ritmo que se ve afectado en personas que estudian o trabajan de noche por los cambios físicos, mentales y conductuales que responden a la presencia de la luz o la oscuridad en el ambiente de un organismo. Solo hasta 1960 se acuñó el término ‘circadiano’ a partir de los estudios del  biólogo rumano-estadounidense, Franz Halberg, uno de los fundadores de la cronobiología moderna. Este cambio en su ritmo natural lo ha vivido también el aprendiz Rodríguez “nosotros terminamos adaptándonos de tal manera que ahora nuestro organismo se mantiene despierto de noche y duerme en el día. Aunque nos dan un receso de 1:30 a 2:30 a.m. para una “siesta”,  la hora más pesada es de 3:00 a 4:00 a.m. Es tal el grado de adaptación que es común ver alumnos comiendo pescados o granos a las 2:00 a.m.”

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Esta oferta está dirigida hacia estudiantes que no trabajan en el día, pero hay casos, como el del aprendiz Bolaños, que labora como mesero en un hotel y aseguró que su horario se acomoda a las exigencias del tiempo que dispone para capacitarse y lograr un ascenso en su carrera. «Entro a estudiar al SENA a las 9:30 p.m. y salgo a las 5:30 a.m. Llego a mi casa a las 6 a.m.,  me acuesto de inmediato,  me levanto a las 10 a.m. y salgo a las 11 a.m. preparado  para trabajar a las 12:30 m.  hasta a las 9 p.m. A esa hora voy directo al SENA.  Pero cuando uno tiene claras sus metas se le hace fácil cumplir con esos compromisos”.

Con pausas activas

La coordinadora de la jornada nocturna del Sena Comercial Marina Fontalvo explicó que durante la noche los alumnos tienen acceso a múltiples actividades, además de contar con muchos termos de café en los salones, para mantenerse con los ojos abiertos y activos a la vez. “Desde el equipo de Bienestar al alumnado se le generan actividades lúdico-recreativas con tal de mantener despiertos y motivados a los aprendices. Es así como todas las noches hacen ejercicios de pautas activas, sesiones de rumba-terapia así como campeonatos deportivos, les proyectan películas, etc. Además no dejan de celebrar los días especiales como Amor y la Amistad, Navidad, las Semanas del medio Ambiente, así como la versión nocturna  del Carnaval de Barranquilla”.

De acuerdo al SENA este acompañamiento hace que la deserción de estudiantes se de en niveles similares a los de la jornada diurna en un 11,8 por ciento por razones tales como: embarazo, ingreso a la universidad, consecución de empleo, no gustarle la carrera, problemas económicos, no apoyo del núcleo familiar, falta de permisos laborales o dificultades de salud.

En el trasnocho

Existen casos de aprendices que dado a su buen desempeño han logrado acceder a becas y ayudas para continuar con sus estudios en este horario.

Este es el caso de Julieth Castillo quien tiene 33 años y es madre soltera de un niño de 9.  Es desplazada por la violencia del municipio de Tiquisio, al sur de Bolívar, población golpeada  por el conflicto armado; allí, miembros de su familia que trabajaban como jornaleros en una finca fueron amenazados de muerte.

Al llegar a Barranquilla, terminó su bachillerato y luego de tener a su hijo, se dedicó a trabajar como empleada doméstica para sacar adelante a su hijo. Ingresó al SENA en julio de 2018, como aprendiz del programa Tecnólogo en Gestión de Mercados, en la jornada de SENA 24 horas del Centro de Comercio y Servicios de la regional Atlántico, para poder seguir laborando.  Actualmente recibe apoyo de sostenimiento de esta entidad para garantizar que continúe con su proceso de formación, el cual corresponde a un porcentaje del salario mínimo.  “Estoy muy feliz de estar en esta entidad porque sé que me va a abrir puertas para obtener un buen empleo, darle un mejor futuro a mi hijo, por eso lo que aquí importa es nuestro sueño de progresar y estar mejor, no el horario de las clases”, afirmó Julieth.

Otro ejemplo es el de Jaider Herrera  un joven de 24 años, aprendiz del programa Tecnólogo en Gestión Logística, en la jornada SENA 24 horas. Estudia de forma simultánea en la Universidad del Atlántico como Ingeniero Industrial pero deseaba estudiar el área de logística. Fue patrocinado por la multinacional Ega Kat, que desarrolla proyectos integrales de logística, por lo que recibe el cincuenta por ciento del salario mínimo legal vigente como apoyo para continuar sus estudios. Una vez terminada su etapa formativa, realizará las prácticas en esta empresa.

“Estar en el SENA es una gran oportunidad para conocer de lleno las labores que se desarrollan realmente en las empresas, lo que requiere el mercado laboral para poder engancharse rápidamente en un empleo y más adelante generar un emprendimiento”, contó Jaider.

El subdirector del Sena Comercial  Álvaro Torrenegra indicó que la  oferta nocturna es una oportunidad para que los jóvenes tengan otras alternativas de estudios. “Estos programas van dirigidos a la población juvenil para que desarrollen competencias técnicas y así alejar a algunos de los riegos psicosociales como la delincuencia, alcoholismo, drogadicción, pandillísmo que hacen que fracasen en sus proyectos de vida”.

La estudiante de Gestión Humana Laura Duarte Gutiérrez señaló que esta jornada permite que reciba menos interrupciones externas que se presentan con mayor frecuencia durante el día. “Estudiar de noche incrementa la capacidad de concentración  pues hay menos interrupciones y una mayor  asimilación de  conceptos.  Además se reciben menos llamadas por celular pues la gente a esa hora está durmiendo.  Eso hace que la persona sea más disciplinada  y se le fortalezca la voluntad asumiendo sacrificios con tal culminar la carrera escogida”.

Dichos  aprendices  han acudido al noctambulo llamado que les hizo la directora del SENA, Atlántico, Jacqueline Rojas.  “Más que un sacrificio se convierte para los alumnos en una inversión que permanece en sus vidas, ya sea de un año técnicos o un año y medio tecnólogos, pero que tiene la ventaja de preparar al cuerpo  y la mente para trabajar, en estos momentos de desempleo, en las grandes empresas con jornadas laborales de 24 horas como una opción viable”, concluyó.

La frase: “La primera noche es la más dura de todas pues nos dormíamos a cada rato, andábamos como zombis sin saber si era de día o de noche”, Javier Rodríguez, aprendiz del SENA.

La cifra: En el 2018, el SENA Regional Atlántico formó a 3.122 personas en la jornada nocturna a través de 3 centros de formación.

Por: Roque Herrera Michel y Lina Robles

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