Unidades del CTI y de la Policía de Infancia y Adolescencia capturaron este viernes al exentrenador de la Liga de Pesas, Pedro Julio Echeverría Herrera, quien el año pasado estuvo involucrado en presuntos casos de abuso sexual a sus deportistas menores de edad.
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La captura se produjo en la calle 30 con carrera 16, en el municipio de Soledad. El hombre tenía una orden de captura por los delitos de acceso carnal violento en concurso homogéneo sucesivo agravado, acto sexual violento agravado y acoso sexual.
Las menores de edad oscilan entre los 15 y 17 años de edad. El hombre fue conducido de inmediato a la URI de la Fiscalía, en Barranquilla.
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El capturado es profesor de educación física y actualmente es docente de un megacolegio en el suroccidente de la ciudad.
Dentro de las investigaciones, las autoridades lograron determinar 8 denuncias de víctimas menores de edad.
El caso
Una madre de familia decidió denunciar ante la Fiscalía al instructor de levantamiento de pesas, en agosto del año pasado.
«Llegué primero a Indeportes a colocar la queja y allá me dijeron que debía ir a la Fiscalía a colocar la denuncia. Efectivamente la coloqué porque mi hija, de 16 años, la empezó acosar. Ella pertenece al programa de ‘Deportista Apoyado’, que es como una beca, y el instructor le decía que debía someterse a unos masajes dados por él, ya que le estaban pidiendo en la liga resultados para que mi hija tuviera marcas», dijo la madre de una de la menores de edad, en declaraciones a Atlántico en Noticias y Zona Cero, el pasado 27 de agosto.
Además de eso el instructor supuestamente le pedía algo más por fuera de lo común.
«Le decía a mi hija que debía perder la virginidad para poder ganar peso y así tener marcas en el levantamiento de pesas», dijo la progenitora de la menor.
Incluso, según reposa en la denuncia, con engaños la terminó llevando a la menor a un motel.
«Ella lo llamó a preguntarle si había entrenamiento y engañándola le dijo que sí. Ella fue y cuando estaba allá le dijo que iban hablar de su rendimiento y le dijo que se montara a su carro para poder hablar en un parque, pero terminó llevándola a un motel. Allí le decía que debía darle esos supuestos masajes y le preguntó que si le gustaba la pornografía. Mi hija le dijo que ella quería salir de allí y gracias a Dios no alcanzó a hacerle nada», relató la madre de familia.
El instructor, en ocasiones le habría escrito al messenger de Facebook de la menor, para ofrecerle los masajes que supuestamente la harían triunfar en lo deportivo.
En los mensajes se ve cuando le decía a la menor que confiara en él y que se podría hacer, al menos, dos veces por semana los masajes.
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