Se llama Melina y tiene 24 años, es alta, trigueña y tiene tres tatuajes con los cuáles le gusta jugar frente a la cámara y pedirles a sus suscriptores que “adivinen” en qué lugares se encuentran. “Hay uno que es secreto”, cuenta. Desde hace un año se dedica a ser modelo de webcam.
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“Antes trabajaba en un estudio, pero ahora lo hago desde mi casa porque es más cómodo y seguro”, dijo la joven.
Ella está enlazada a una plataforma en la cual en sus “días buenos” puede tener una audiencia virtual de hasta trescientos usuarios, quienes según su satisfacción, le entregan ‘tokens’ lo que llaman propinas virtuales, con las cuáles se puede hacer por cada presentación hasta 20 dólares por hora.
“Es como actuar presento mi show y hago lo que piden. No me gusta el sexo en vivo, pero sí masturbarme en público y castigarme. Eso no me molesta”, comenta la modelo.
Aunque la mayoría niegan mantener relaciones con algunos de sus suscriptores, Melina confesó que es difícil no entablar conversaciones con algunos usuarios curiosos.
“En redes te buscan y logran contactarte, en algunos casos, estas relaciones me han ayudado. Poco a poco un holandés amigo me envió dinero para remodelar el baño de la casa de mi abuela y así lo hice”, afirmó.
Pese a su aparente “éxito” en este oficio Melina, no muestra con orgullo esta actividad y con la cabeza agachada asegura que desea en un futuro dedicarse a otra profesión.
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“Es algo que no se puede mostrar o lucir. No me siento feliz por lo que hago porque quiero estudiar y poder salir de esto. No quiero seguir en esta vitrina”, recalca.
Esta semana, las autoridades de Barranquilla, desmantelaron dos redes de trata de personas que operaban en dos casas de un sector residencial en el barrio Los Andes. Allí trabajó Alí, joven de nacionalidad venezolana, en el estudio clandestino que manejaba, José Luis Aduen Uribe, uno de los capturados en los hechos.
“Al principio todo iba bien. Nos daban hasta cincuenta mil pesos semanales y yo era consciente de lo que hacía. Nos daban todas las comidas: desayuno, almuerzo y cena pero cuando nos negaron la salida todo se descontroló y por eso muchos hablaron”, recordó el joven de 25 años, proveniente del Estado de Táchira.
Los moradores
Una vecina recordó que de esa vivienda de color blanco y verja del mismo color, «veía entrar y salir gente a toda hora».
En el mismo lugar, calle 61 con carrera 23, cuando se muestra la fotografía de José Luis Aduen Uribe, el capturado por las autoridades, todas las personas consultadas lo reconocieron. Además, lo definieron como una persona «callada y tranquila».
“Hola vecino, buenos días, buenas tardes o buenas noches. Eso era todo», dijo una habitante de la zona. «No hacían ni bulla», relató otro vecino.
En la calle 61 de ‘Los Andes’, entre carreras 23 y 24, son pocos los moradores del barrio quienes se instalan en las terrazas de sus casas y por eso era casi imperceptible que se cometieran ilícitos en su interior despertara las sospechas de «que algo raro sucediera en esa casa».
Otro caso
Luego de conocerse de que un falso sacerdote de una iglesia anglicana, José Luis Aduén Uribe, fuera capturado en la calle 61 con carrera 23 por presunto caso de trata de personas teniendo como víctimas a varios venezolanos, en otra diligencia de allanamiento fue capturado José Antonio López Bermúdez, de 29 años, por ese mismo delito en una vivienda del mismo barrio, ubicada en la calle 58 con carrera 21.
Según la Policía, en el lugar funcionaba un establecimiento de nombre ‘Estudio Star Moden VIP’ y allí se encontraron cerca de 20 venezolanos y una colombiana que laboraban para tener sexo a través de webcam.
“La semana inmediatamente anterior se conoció una situación donde unos venezolanos venían siendo explotados por un falso sacerdote de la religión. Ahora también tenemos a otro individuo que ya tiene varios antecedentes inclusive por un canal nacional que tenía un programa especial porque engañaba a unas personas. Presenta seis antecedentes por estafa en Bogotá y ahora se ha puesto a disposición de la Fiscalía General de la Nación por el delito de trata de personas”, dijo el coronel Gilbert Peña, comandante operativo de la Policía Metropolitana de Barranquilla.
José Antonio fue llevado a audiencias preliminares y un juez lo cobijó con medida de aseguramiento en la Cárcel Modelo de Barranquilla.
Según las autoridades, Javier se habría aprovechado de las necesidades de los venezolanos, incluso de dos menores de edad, para que tuvieran sexo frente a las webcam. Les ofreció dinero, pero no les pagaba.
Trascendió que López Bermúdez había engañado a varios feligreses en 2016 en la localidad de San Cristóbal de Bogotá haciéndose pasar por sacerdote anglicano y les pedía a los creyentes 147 mil pesos a cada uno para supuestamente hacerlos pasar como desplazados para darle un casa, pero después de obtener el dinero huía.
Las autoridades calculan que más de 30 mil hombres y mujeres se dedican a este oficio en Colombia.
«Nos llegó información de que habrían más casas cerca del barrio Los Andes que estarían haciendo las mismas prácticas de explotación sexual y estamos investigando eso», concluyó Johan Mejía, patrullero e investigador de la Policía de Barranquilla.
La cifra: Más de 30 mil hombres y mujeres se dedican a esta profesión en Colombia.
La frase: “Es algo que no se puede mostrar o lucir. No me siento feliz por lo que hago porque quiero estudiar y poder salir de esto. No quiero seguir en esta vitrina”, Melina, modelo webcam.