Un escabroso caso quedó al descubierto este miércoles por las autoridades cuando llegaron a una vivienda del barrio Los Andes y descubrieron que habían más de 20 venezolanos encerrados en el lugar y amenazados con que debían cumplir lo que decían o sino notificarían a Migración Colombia sobre su entrada ilegal al país.
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En el lugar, según la denuncia instaurada por una de las personas afectadas que logró escaparse del inmueble y dio aviso a la Policía, obligaban a los venezolanos a practicar vejámenes sexuales a través de videocam sin pago alguno y bajo amenazas que allí le daban la comida para que aceptaran sus condiciones de practicar sexo, frente a las cámaras web, con el fin de satisfacer a los clientes por internet, según informó el portal Zona Cero.
En audiencia realizada el miércoles en la sala 6 del Centro de Servicio Judicial de Barranquilla, el fiscal URI, Pedro Montañez, presentó ante el Juez Sexto Penal de Control de Garantías a José Luis Aduen Uribe, natural del departamento de Sucre, luego de ser capturado en el lugar como la persona que estaba al cuidado del inmueble.
Aduen aseguraba ser un Fray de la Comunidad Anglicana San Francisco de Así (Iglesia Anglicana Regina Apostolorum), sin embargo esta comunidad religiosa negó que perteneciera a esta congregación.
Según lo expuesto por el fiscal en audiencia, los venezolanos llegaron desde un principio porque les ofrecieron trabajo en videocam pero con la promesa que les pagarían buenos sueldos. Los extranjeros aceptaron la labor ante las precarias condiciones económicas con que llegaron a Colombia tras huir de su país.
Al principio le daban alimentación y cubrían sus necesidades básicas totalmente gratis. Sin embargo, luego las reglas del supuesto trabajo cambiaron y les dijeron que no podían abandonar la casa porque debían pagar por la alimentación que le estaban dando. Palabras más palabras menos, tenían una deuda que debían pagar con trabajo.
A los venezolanos comenzaron a obligarlos a tener sexo, según las indagaciones preliminares de las autoridades. En el lugar los investigadores hallaron siete cúbiculos con cámaras, camas y colchones para que los extranjeros practicaran toda clase de vejámenes sexuales para satisfacer a los que pagaban por ver las escenas.
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Sin embargo, uno de ellos logró volarse del lugar y dar aviso a las autoridades.
La Fiscalía determinó que muchas personas accedían a una página web en donde con su tarjeta de crédito pagaban por ver una escena pornográfica de los venezolanos que presuntamente eran obligados a hacerlo.
Al parecer, las personas que están detrás de esto recibían al menos 50 millones de pesos mensuales por los clientes que pagaban por ver a través de las webcam.
Aduen Uribe es el único capturado y la legalización de la misma y la imputación de cargos por el delito de trata de personas se realizaron este jueves.