Con acordeón en el pecho y dejando el alma en la tarima ‘Colacho Mendoza’, del Parque de la Leyenda Vallenata ‘Consuelo Araujonoguera’, Julián Mojica se batió en duelo de acordeones resultando ganador contra Rodolfo De La Valle Escorcia, Omar Hernández Brochero, Javier Matta Correa, y Alfonso Monsalvo Baute.
PUBLICIDAD
El nuevo rey vallenato, cuenta con 38 años, y es oriundo de Paz de Río, Boyacá, y se alzó con el título luego de una dura contienda musical que inició el pasado 27 de abril con 80 acordeoneros provenientes de distintas partes del país.
Durante su presentación en la ronda final, Mojica Galvis, interpretó el merengue ‘Carmen Bracho’ (Lorenzo Morales); el paseo, ‘La visita’ (Julio De la Ossa); la puya, ‘La destreza’ (Aldair Velásquez) y el son ‘El vallenato’ (Julio Oñate). Estuvo acompañado en la caja por Aníbal Alfaro Simanca y en la guacharaca por Aldair Velásquez Arias.
El segundo y tercer puesto lo obtuvieron los acordeoneros Javier Andrés Matta Correa, de Santa Marta, y Alfonso Manuel Monsalvo Baute, de Valledupar.
El jurado calificador encargado de elegir al nuevo Rey Vallenato estuvo conformado por Carlos Huertas Larios, Ciro Meza Reales, Lucas Dangond Daza, Calixto Mindiola Carrillo y Javier Montero Sierra.
¿Cuándo comenzó su carrera musical?
Junto a mi padre y un tío Jorge Mojica, quien se convirtiera en el primer ‘cachaco’ en participar del Festival, por allá en 1971 nuestro apellido llegó a este evento. En 1981 este tío ocupó el segundo lugar en la categoría aficionada. Comencé a tocar el acordeón desde los 7 años y de forma profesional cuando me gradué en el conservatorio de música de la Universidad Distrital de Bogotá porque quería aprender a tocar como los mejores.
PUBLICIDAD
¿Cómo comenzó su participación en el Festival de la Leyenda Vallenata?
Desde hace 8 años venía en busca de esta corona y con la mayor perseverancia se logró, no siendo tan fácil porque conté con cuatro contendores de gran categoría y supe poner en práctica lo aprendido. Ahora, estaré al frente de la misión de cuidar y promover más el vallenato puro.
¿Qué definió su corona cómo rey vallenato en su presentación?
Todo es un proceso, es un camino, la experiencia también crece con los años e hizo que de pronto esta vez ya tuviera una nota más madura e influyen muchas cosas. El vallenato se puso la ruana, esta vez, pero con el respeto que le tenemos a los primeros juglares. Me preparé a consciencia, juicioso, estudiando muy bien el vallenato, rigiéndome a los cánones, como se debe tocar el vallenato autóctono.
¿Cómo logró dominar los nervios durante su actuación ante veinte mil personas en el Parque de la Leyenda?
Simplemente tranquilizarme. Eso fue fundamental en la final. Tratamos de hacer las cosas muy pausadas con tranquilidad y se dio todo. El guacharaquero y el cajero hicieron sus solos de forma impresionante y eso es importante a la hora de coronar a un rey y para el jurado calificador.
¿Qué tiene Boyacá para albergar al mejor acordeonero del país?
El vallenato ya es de Colombia y Boyacá hace mérito a eso ahora con un rey vallenato. Tenemos un festival como el de Nobsa, que tiene más de 30 años y ese es un proceso de años donde han pasado muchos acordeoneros con mucha pasión por el vallenato y hoy se ve reflejado.
¿Se queda con el vallenato nuevo o con el tradicional?
Pienso que hay que seguir respetando al vallenato, seguirlo cultivando también en los niños y llevar el título de rey vallenato, tocar y que la gente diga “wao” es realmente digno de su título así como los que han sido como Beto Jamaica, el primer rey vallenato cachaco que rompió con los canones.
¿Ahora qué viene para el rey vallenato 2018?
Sigo mi vida comercial. Tengo una agrupación con Enaldo Barrera, Diomedito, vamos grabar para seguir cultivando el vallenato en Boyacá. Seguir tocando acordeón, porque nací para esto, el acordeón es mi vida.
¿Qué desea promover en la música de su departamento?
La idea es seguir defendiendo el vallenato autóctono, el vallenato necesita de más exponentes, hay que cultivar esto en los niños, si soy boyacense tengo que hacerlo en mi tierra, tengo doble obligación, desde la pedagogía, y como rey vallenato dar ejemplo.
La frase
«El vallenato ya es de Colombia y Boyacá hace mérito a eso ahora con un rey vallenato».