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Aves, rostros de mujeres, peces, monos y hasta coloridas calaveras quedaron plasmadas en docenas de murales en gran formato durante el festival Killart que culminó esta semana en Barranquilla.
En el evento se pintaron paredes en la vía 40 con 79, el Puente de la Carrera 54 con Avenida Murillo, El Edificio Manzur (Paseo Bolívar) y la esquina de la carrera 54 con calle 49 contribuyendo al objetivo del festival de convertir Barranquilla en un museo a cielo abierto.
Nueve grandes exponentes de este movimiento que se tomó al mundo estuvieron presentes en Barranquilla, tres artistas internacionales Inti (Chile), Cart1 (Francia), Mr Garek (Venezuela) y seis artistas nacionales, Gleo (Cali), Volatil, Nico, Gizhe B, Matos (Barranquilla), el Colectivo RSK (Soledad) y Unión Color.
Este año el evento con sus pintadas al estilo grafitti y mural expresionista rindió tributo a los aparatos de sonido de los picós y al Carnaval de Barranquilla.
Usando andamios o incluso grúas a grandes alturas, como el artista chileno Inti, estos maestros de la gráfica callejera lograron que las paredes grises se llenaran de color como en una gran galería al aire libre para el disfrute de los transeúntes y visitantes que llegan a la ciudad.
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La frase
«Barranquilla debe convertirse en la ciudad de los colores gracias a los artistas nacionales e internacionales que colocan su sello para que la ciudad se convierta en un monumental museo a cielo abierto».
La cifra
9 firmas de grandes exponentes de grafitis en el mundo dejaron sus trabajos en Barranquilla.