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Los peatones han sido los principales favorecidos con las obras de peatonalización del centro histórico de Barranquilla que ha cambiado radicalmente el panorama del sector. Con el “túmbao” característico que tiene el barranquillero “arrebatao” en los recién instalados adoquines resuenan los pasos del caminante casual.
Estas calles después de décadas de haber sido sitiadas por vendedores ambulantes sin control muestran un nuevo paisaje que permite observar la belleza de la arquitectura republicana de la que hacen gala sus edificios. El plan del momento para el barranquillero es darse una vuelta por el centro que tiene mucho que ofrecer para el ciudadano de a pie.
El proyecto de peatonalización de seis vías urbanas del Centro Histórico reorganizó a 600 vendedores estacionarios en 80 módulos de ventas estéticamente adecuados y armónicos con el entorno, previa intervención de andenes y calzadas, instalación subterránea de redes de servicios públicos, alcantarillado pluvial, arborización e iluminación LED, con una inversión calculada en 11.000 millones de pesos.
La frase
El secretario de Control Urbano y Espacio Público, Henry Cáceres, afirmó que el objetivo es la dignificación de los trabajadores que hoy se encuentran en ese espacio: “Queremos que nuestros vendedores se conviertan en comerciantes emprendedores, queremos trabajar en las fachadas y señalización, el centro será algo especial”.
La cifra
600 vendedores estacionarios fueron reorganizados en el sector.