Barranquilla

La exministra Elsa Noguera hizo un anuncio que sorprendió a sus seguidores

Reveló que dejó de usar sus muletas, luego de 20 años.

La exalcaldesa de Barranquilla y exministra de Vivienda, Elsa Noguera, hizo público a través de su cuenta de Twitter este domingo un “acto de felicidad” para ella: haber dejado las muletas.

“Quiero compartir hoy una noticia súper noticia para mí: Hace muy poco abandoné a mis compañeras inseparables: mis muletas. ¡No se imaginan lo feliz que me siento!”, trinó la exmandataria.

En un segundo Twitter la exmandataria de los barranquilleros presentó a su nuevo compañero: el bastón.

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“Les presento a mi nuevo mejor amigo, mi bastón. Como dato curioso les cuento que tengo varios de diversos colores y los uso según la ocasión”.

En diálogo con el portal Zonacero.com la exalcaldesa relató las dificultades que debió afrontar desde que cursaba el V semestre de Economía en la Universidad Javeriana de Bogotá.

«Para mí ha sido todo un desafío porque fueron muchos años. Yo estaba en V semestre en la Universidad Javeriana, hace casi 20 años, estudiando Economía. Ahí tuve la fractura en el fémur, me caí de las escaleras y por la fragilidad de mis huesos duré mucho tiempo, tuve varias cirugías y luego soldaron la fractura, pero el tema fue que vino la preparación muscular y todo lo que era el fortalecimiento muscular», recordó.

Gracias a las terapias pudo pasar de dos a una muleta al término de su gestión como Alcaldesa de Barranquilla y asumir el Ministerio de Vivienda.

Precisamente, en su paso por la Alcaldía se convirtió en una gran defensora de las personas con discapacidad física.

“Son retos inmensos en el país. Por eso, cuando estuve en la Alcaldía no había una sola construcción que no tuviera en cuenta el tema de la accesibilidad porque yo había pasado por eso. De hecho, tanto la Universidad Javeriana como en la Universidad del Norte donde hice la Maestría, eran puras escaleras y recuerdo cuando empecé con las dificultades que tiene una persona con discapacidad física, hay que facilitarles las cosas y fue cuando empezaron a tener en cuenta las rampas, ascensores, pero fueron luchas que me di como estudiante para facilitarle un poco la vida a la población con discapacidad física”, enfatizó.

Su situación en estado de discapacidad no fue motivo para abandonar sus actividades académicas, por el contrario, le dieron fortaleza para seguir adelante.

“Gradué a los 4 años y medio y los compañeros me ayudaron, se volvieron parte de mi vida, me cargaban, me llevaban”, recordó.

Ahora, las muletas hacen parte de su pasado, pero las mantiene en su más profundo recuerdo y por eso las guarda y las mantiene consigo con gran cariño. Al fin y al cabo, hacen parte de su vida.

“Tengo un rigor disciplinario en las terapias y las muletas las quiero mucho. Y Ahora, con los bastones, como sé que hay de distintos colores y modelos, sé que voy a tener varios”, concluyó

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