Con un resumen de cifras arrojadas en diez años de labor fue entregado el Informe de Calidad de Vida 2008 – 2016 de Barranquilla Cómo Vamos. En la entrega se reflejaron tanto los avances que ha tenido la ciudad en materia de salud, educación, superación de la pobreza y construcción, así como los retos que la capital del Atlántico debe afrontar en diferentes plazos.
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El estudio señala que en ese período el Distrito de Barranquilla logró duplicar sus ingresos, pasando de 1.087 billones a 2.207 billones de pesos, y que se ha posicionado como la segunda ciudad con mayores ingresos totales por persona dentro de las seis principales ciudades del país.
Este dinamismo en los ingresos se ha traducido en una mayor capacidad de inversión, la cual ha crecido a una tasa promedio real anual de dos dígitos (11%). Por primera vez, en la vigencia 2016, la ciudad se posiciona en el primer lugar en el indicador de inversión per cápita con un monto cercano de 1.7 millones de pesos por habitante, significativamente por encima de Medellín, la segunda con el mejor indicador (1.4 millones por habitante), precisa el informe presentado ante representantes de distintos sectores y medios de comunicación.
Barranquilla Cómo Vamos señaló que “en términos globales los principales indicadores sociales y económicos han mejorado; la ciudad ha avanzado en la superación de la pobreza y ha mantenido la buena dinámica de su mercado laboral; la salud y la educación van enrutadas, con buenos resultados”. Asimismo, el informe resalta que en gestión del espacio público, vivienda, cultura, deporte y en infraestructura vial también se evidencian mejoras importantes.
“Barranquilla es distinta a la ciudad de hace 10 años, se evidencian cambios positivos significativos, aunque aún hay temas importantes para trabajar y seguir mejorando aspectos para consolidar una buena ciudad para vivir. En general, la ciudad muestra grandes avances importantes”, señaló la directora del programa Barranquilla Cómo Vamos, Rocío Mendoza.
Sin embargo, Mendoza advierte que vivienda, espacio público, infraestructura vial ha mejorado pero en movilidad falta trabajo. La ciudad está dentro de los límites de los parámetros legales en materia de vigencias futuras, pero advierte que hay que cuidar ese escenario y el endeudamiento. “Hoy la ciudad cuenta con más recursos para invertir, pero se requiere saber cuáles son las inversiones más costo-eficientes y que generan mayores impacto. Mejoramos en superación de pobreza, salud y educación; en gestión ambiental no nos va bien», recalcó Mendoza.
Barranquilla presentó una baja calidad ambiental siendo muy baja el peor nivel, solo por encima de ciudades como Cartagena y Cúcuta. En segundo lugar, hacen falta mayores esfuerzos por parte del distrito en la producción de indicadores para la calidad del aire, contaminación auditiva, construcciones bajo criterios sostenibles y el consumo residencial de energía por habitante, gran parte del mal resultado en este índice dice se debe a la información no entregada o por los reportes inválidos que recibió la encuesta.
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Nos rajamos en seguridad y movilidad
Uno de los sectores que más preocupa a los ciudadanos es la seguridad, en donde se refleja el aumento de muertes violentas llegando a 52,2 por cada 100.000 habitantes desde el 2011, duplicando una tasa de homicidios (32,7) de ciudades como Bogotá (16,3) y superando a Medellín (21,5) y solo superada por Cali con 52,3.
“Han aumentado los homicidios entre 2008 – 2016 alcanzando 52,2 por cada 100.000 habitantes. Hay que mejorar los indicadores de muertes violentas y muertes en accidentes también. En Barranquilla, aunque la incidencia de homicidios es mayor en hombres, la tendencia para mujeres viene aumentando», resaltó Mendoza.
La tasa de homicidios ha tenido un comportamiento estable sin lograr reducirse de manera significativa y contundente; no obstante, en el último año se presentó una reducción de 33 casos frente a 2015. Cabe destacar que 9 de cada 10 homicidios del último año, se llevaron a cabo con arma de fuego.
En lo que tiene que ver con hurtos, se observa una marcada tendencia creciente durante el período. En 2008 se presentaron 451 casos por cada 100 mil habitantes, para 2016 esta cifra ascendió a los 625 casos por cada 100 mil habitantes. En 2016, se registraron 7.649 hurtos, de estos 5.291 hurtos fueron cometidos contra a personas, modalidad con mayor frecuencia
Los expertos señalaron que también falta apoyo de los ciudadanos a la hora de reportar casos de inseguridad en la ciudad. «El mayor problema es que la gente no denuncia; si el registro es bajo, sería importante preguntarse por el subregistro o por qué la gente no denuncia. ¿Quizás no creen en las autoridades ni en los plazos para que la justicia ejerza su función?», opinó Luis Trejos, doctor en Estudios Americanos con mención en Estudios Internacionales y docente de Uninorte.
Poca cultura vial
Otro de los sectores que inquietan a los barranquilleros, según la encuesta de percepción ciudadana, es la falta de cultura de los conductores al movilizarse, provocando accidentes fatales.
Entre el 2008 y 2016 los accidentes de tránsito se dispararon pasando de 4.329 a 6.516, registrándose más de 1.000 lesionados. Las muertes en las vías llegan a una tasa de 8,7 por cada 100.000 habitantes, cifra superior a la de la capital del país e inferior a la de Medellín con 10,9.
«La cultura vial de los barranquilleros no mejora. La accidentalidad se ha mantenido al alza en el periodo estudiado. Hay cifras altas de lesiones y accidentes mortales», advirtió Mendoza.
Otra de las alarmas que amenaza la tranquilidad de los barranquilleros es el incremento de vehículos que circulan por las vías de la ciudad, el parque automotor de vehículos particulares presentó el mayor aumento con un 46% desde el 2010 hasta 2016.
«Movilidad no es desplazamiento de vehículos, sino de personas: eso se logra con prioridad de transporte público y de espacio para la gente, espacio donde circula el peatón y menor parque automotor», opinó el experto en movilidad y docente de la Universidad del Norte Víctor Cantillo.