Barranquilla

Cómo va la regulación en los Centros Comerciales en casos de discriminación a la población LGBTI

Se han presentado un total de nueve quejas contra estos establecimientos entre 2016 y 2017 en Barranquilla.

Lo que para Nomi Simone Orozco era una rutina ir a un baño público en un centro comercial, el pasado 10 de marzo se convirtió en una pesadilla para la joven de 24 años. Esta mujer perteneciente a la comunidad trans y reconocida por cédula ante el estado bajo el género femenino, pasó la peor de las vergüenzas al ser expulsada del baño de mujeres por el personal de aseo del Centro Comercial Buenavista. “Mientras estoy dentro del baño una de las aseadoras del lugar me pidió que me saliera del baño sin justificación alguna. Yo le dije que no tenía que salirme si estaba en el baño adecuado y me dice ella que yo no podía estar no tenía permiso de estar en ese baño, contó Nomi a PUBLIMETRO.

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Una vida discriminada

El caso de Nomi no es el único. La Corporación Caribe Afirmativo registró un total de trece quejas por discriminación presentadas por miembros de la comunidad LGBTI contra centros comerciales en el Caribe. “Yo he sufrido de discriminación toda mi vida, pero es la primera vez que me sacan de un baño público. Es increíble que en pleno siglo veintiuno te saquen de un baño público en donde debes estar por tu identidad de género y es una experiencia muy humillante y más cuando tienes tus documentos en regla y no estás haciendo nada malo”, lamentó Nomi, quien porta su nueva cédula con su género desde el año pasado.

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Desde temprana edad Nomi se sintió atrapada en un cuerpo que no sentía como propio. “Siempre supe que era una mujer. Nací biológicamente con pechos masculinos pero siempre supe que era una mujer. Hasta el año pasado que me decidí ya cambiar mi identidad de género en mis documentos y en mi acta de nacimiento”, explicó.

A pesar de las críticas de su familia y de la sociedad, Nomi hoy disfruta de su verdadera personalidad y ejerce su oficio como bailarina de rumbaterapia en varios gimnasios de la ciudad. “Tomé mi decisión por valentía y asumí mi verdadero rol como mujer en la sociedad y cambié mis documentos y a partir de allí he sido una mujer”.

Desde el año pasado Nomi exhibe su cédula con su condición femenina y cambio de nombre. “El proceso para obtener mi nuevo documento y nombre fue muy rápido y me sentí beneficiada por las leyes que nos cobijan en el país”, señaló.

Sin embargo, a pesar de presentar su cédula en el baño del Centro Comercial Buenavista, el documento no fue suficiente para convencer al personal del lugar.  “Ella vio mi documento en varias ocasiones y comenzó a cerciorarse y a mirarme y si de verdad era una mujer y que podía estar en el baño. Después salió mi amiga de utilizar el baño. Y la aseadora dijo que no le importaba y que me tenía que salir”, recordó.

Nomi también pensó en el caso en que tuviera que usar un baño de hombres. “Se sentirían muy incómodos los hombres al ver yo entre a un baño masculino y yo también estaría muy incómoda de estar allí, porque sería una situación muy engorrosa”.

Pese a que el Juzgado 28 Civil Municipal de Barranquilla ordenó que el centro comercial pidiera disculpas públicas, en un lapso no menor a 48 horas, todavía Nomi no ha recibido respuesta. “No me han notificado nada ni me ha llegado ningún correo ni ninguna llamada ni carta y estoy esperando que me notifiquen y preparada para cuando sea el acto de disculpas”.

Otros casos

En el Portal El Prado, directivas de ese centro comercial y de la empresa de Vigilancia del Caribe, Videlca, ofrecieron disculpas públicas, el año pasado, al joven Héctor Barrios Peña, quien con un fallo de tutela logró que la Corte Constitucional le protegiera los derechos a la dignidad humana, al buen nombre, a la honra y a la no discriminación. “Cuando estaba en el baño entró un guardia de seguridad que comenzó a buscar debajo de los cubículos. Había un chico al lado mío lavándose las manos y otro en un orinal. El chico que se estaba lavando las manos sale del baño. Y el vigilante sale detrás de él y le arma un escándalo. Yo estoy dentro del baño y me asomo a ver qué sucedía con el otro muchacho. Cuando me asomo, llegaron otros guardias de seguridad y también me formaron un escándalo a mí diciéndome que estaba masturbando al muchacho. Que yo era un puerco”, aseguró Barrios Peña.

En esa sentencia la Corte le ordenó al Portal del Prado y a Videlca presentar disculpas públicas a Barrios Peña y asumir el compromiso de que no se repitieran actos de violación de los derechos de integrantes de la comunidad LGBTI. Barrios Peña denunció que el 21 de enero de 2015 fue acusado de actos obscenos con otro joven en uno de los baños del Centro Comercial.

Para el joven, quien trabajaba como empleado de un local comercial del Portal del Prado, lo peor fue cuando “me acompañaron todos los guardias de seguridad hasta la salida, gritándome. Había un policía en un local, no hizo nada por defender nada. Los de administración jamás llegaron qué era lo más correcto que ellos tenían que hacer en estos momentos. En un caso de eso tenía que llegar la parte administrativa a ver qué pasaba y no lo hicieron”.

El acto se cumplió en febrero de este año en la plazoleta del complejo comercial con la asistencia de la Defensora del Pueblo Gloria Lamus y una delegada de la Personería de Barranquilla. La Defensoría, fue requerida por la Corte Constitucional para que a los vigilantes de la empresa Videlca y a empleados del Centro Comercial se les capacite sobre igualdad de género.

Por un beso

La pareja conformada por Rafael Salgado y Bayron Gutiérrez fue también expulsada del Centro Comercial Portal del Prado por darse un beso en público, en febrero de este año. “Estábamos en una banca del segundo piso del centro comercial, eran las 7 de la noche cuando nos dimos un beso y uno de los vigilantes se acercó a nosotros y nos dijo que saliéramos, que había otros lugares en donde podíamos hacer eso. Su tono de voz fue grosero. Discutimos varios minutos hasta que llegó el supervisor y nos pidió que siguiéramos a la plaza de comidas porque pronto cerrarían el centro comercial”, contó el estudiante de psicología Byron Guitérrez.

De nuevo el Portal del Prado tuvo que pedir disculpas públicas este año por orden de la Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional, que además revocó una sentencia proferida en segunda instancia por el Juzgado Quinto Civil del Circuito de Barranquilla, que negó que Salgado y Gutiérrez hayan sido víctimas de discriminación.

El alto tribunal exigió que se concediera a esta pareja “los derechos fundamentales a la dignidad humana, al libre desarrollo de la personalidad, a la intimidad personal, a la igualdad y a la prohibición de discriminación por la orientación sexual diversa”.

Contra la discriminación

La Corporación Caribe Afirmativo, entidad que se encarga de velar por los derechos de la comunicad LGBTI, ha recibido un total 13 quejas de negación de derechos en centros comerciales. De ellas nueve corresponden a Barranquilla. Las otras cuatro quejas: dos de Cartagena, una de Santa Marta y una de Montería. De los nueve casos ocurridos en Barranquilla, cuatro se registraron en el Centro Comercial Portal del Prado, uno del Centro Comercial Buenavista, dos en el Centro Comercial Puerta del Sol, uno del Centro Comercial Parque Central y otro en un establecimiento del centro de la ciudad. “Los cambios son necesarios para que una sociedad avance y la verdad que las mujeres trans y los hombres trans son una realidad en esta sociedad y deberíamos todos tener tolerancia y empatía y sobre todo respeto”, indicó Wilson Castañeda, director de Caribe Afirmativo.

Esta organización hizo el acompañamiento a cinco tutelas y de las cinco tutelas se han fallado tres. Dos terminaron con sentencias de la Corte Constitucional contra el Centro Comercial Portal del Prado y la otra que se conoció el fin de semana pasado que fue fallada contra el Centro Comercial Buenavista. “Hay discriminación de personas LGBTI en estos lugares porque tienen expresiones de afecto en el centro comercial o porque buscan hacer uso de los baños públicos y la decisión siempre es expulsarlos del centro comercial. En algunas veces el personal de seguridad y en otras el personal de aseo”, denunció Castañeda.

En muchas ocasiones los centros comerciales se excusan en las empresas de vigilancia y aseo que ellos mismos contratan. “Lo que dice el centro comercial es que como es personal de vigilancia y aseo privados pues entonces ellos no tienen responsabilidad en el tema, pero sí existe una implicación del centro comercial, porque es personal que está a su servicio, sean contratados o no directamente”, resaltó Castañeda.

En la primera sentencia de la corte contra el Centro Comercial Portal del Prado le exigían que capacitaran a su personal de vigilancia en estos temas. “Estas empresas de vigilancia no pueden decir que una persona a su servicio vulneró los derechos de otra porque es una institución privada y por ello los ciudadanos que están en su vigilancia no deben ser vulnerados en sus derechos”, explicó el director de Caribe Afirmativo.

Caribe Afirmativo además hace un llamado a la administración distrital a través de la Secretaría de Gobierno para mantener una revisión periódica de la malla curricular de las empresas que prestan los servicios de vigilancia y exigir y garantizar que en la formación de vigilantes exista una capacitación para tratar estos casos.

También existe una sentencia de la Corte Constitucional que hace un llamado a la Superintendencia que Industria y Comercio, que es el ente rector de estos establecimientos, para que brinden estrategias antidiscriminatorias en torno a la orientación sexual en estos lugares. “Necesitamos que los centros comerciales modernicen su reglamento interno y lo acoplen a la Constitución en lo que tiene que ver con los derechos de la población LGBTI y empezar a implementar acciones”, concluyó Castañeda.

Sobre el caso de Nomi el centro comercial Buenavista explicó en un comunicado que “acatará el fallo cuando sean notificados que harán cumplir la sentencia entregada por el juzgado en los periodos de tiempo estipulados”.

Por su parte, Marco Carbonell, gerente del Centro Comercial Portal del Prado, expresó sobre estos casos públicamente que “lamento los hechos ocurridos” y prometió “seguir trabajando en la implementación de acciones y recursos para garantizar la seguridad, bienestar y honra de todos nuestros visitantes”.

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