Si hay personas que saben disfrutar a la hora de comer, esos son los barranquilleros. La gastronomía del Atlántico es de las más exquisitas del país y en Navidad, todo esto se multiplica debido a los valores y sentimientos que en diciembre afloran. La ‘Arenosa’ se vuelve toda una meca de la cocina, la costeña y también aquella que no puede faltar en la temporada decembrina.
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Las arepas de huevo, los motes de queso, el arroz de coco y otros manjares nativos del Caribe, se combinan con las natillas, los buñuelos, las roscas y demás alimentos propios de la Navidad. Claro, es indudable que algunos kilos de más traen consigo, pero lo importante para un barranquillero de pura cepa es disfrutar y dejarse contagiar del espíritu navideño, mientras le da gusto a su paladar.
Ahora, en las cenas de Nochebuena y Año Nuevo, además de las exquisiteces tradicionales de la mesa currambera, también se imponen las donas, también llamadas roscas. Esa es la apuesta de Dunkin Donuts, que para este diciembre tiró la casa por la ventana para solidificar su marca en Barranquilla y lo está logrando, con doce puntos instalados en toda la ciudad.
A propósito de la época, el presidente de la compañía, Miguel Merino, visitó la ‘Arenosa’ y destacó el hecho que las donas sean habituales en la cocina barranquillera, para esta Navidad.
“Tenemos una inmensa confianza en Barranquilla. Es la Puerta de Oro de Colombia. En el siglo XXI, esta ciudad va a ser fundamental para la economía del país. Nos sentimos satisfechos que en tres años hayamos abierto diez puntos de venta y que nos irradiemos a las ciudades vecinas, como Barranquilla y Santa Marta”.
Además de las donas, las natillas y los buñuelos no pasan de moda en estas festividades y son otros de los alimentos preferidos por los barranquilleros para las novenas de aguinaldo, y cena de Noche Buena. Aunque es una tradición foránea, el pavo también gana adeptos en los supermercados, así como las carnes frías (chorizo, butifarra), claves para una buena comilona. Diciembre es una vez al año y aunque luego se tenga remordimiento, es un mes que en Barranquilla se disfruta a pleno.