Con una primera etapa de socialización arrancó en firme la segunda fase de ampliación de la Plaza de la Paz en Barranquilla. El nuevo proyecto ocupará dos manzanas adyacentes desde el CAI hasta el edificio del Banco de la República bajando desde la calle 50 hasta la calle 47, entre carreras 45 y 46 y atravesando el arroyo de La Felicidad. “Son 18 predios que comprenden dos manzanas que tienen unos avalúos de 18 mil millones de pesos. Estamos estimando en la fase de construcción invertir 10 mil millones adicionales, significa que el proyecto tendría un costo total de 28 mil millones de pesos”, dijo Pedro Lemus, Secretario Privado de la Gobernación y vocero del proyecto a PUBLIMETRO.
PUBLICIDAD
La ampliación, que se ejecutará con recursos propios de la Gobernación junto a Edubar avanza en la etapa de adquisición de predios de los lotes de dos manzanas. Edubar será el ente encargado de conciliar con los propietarios de estos predios, debido a que en tres de ellos se llevan a cabo actividades económicas como estaciones de gasolina. “La fase crítica del proyecto es la gestión predial de acuerdo a lo establecido con Edubar, que es la empresa que se encarga del tema, se espera tener hasta el mes de marzo de 2017 la adquisición total de predios. Abriríamos la licitación en abril. Estas obras por su complejidad durarán 17 meses en ejecución”, explicó Lemus.
La Gobernación con el proyecto Mi Plaza realizará varias socializaciones del proyecto, que incluirá a la Sociedad de Arquitectos y la realización de foros urbanos en las universidades de la ciudad. “No será la única reunión de socialización porque sabemos que mucha gente no pudo asistir este jueves por temas de trabajo y estudios pero es la primera reunión de muchas que vamos a organizar en todo el sector que incluye Montecristo, Barrio Abajo, Centro y hasta en las universidades”, informó el Secretario Privado.
La nueva plaza, que será un proyecto de co-creación con la comunidad, contempla grandes espacios al aire libre, parque, zona de skate park y ciclorruta. Se espera que las obras sean entregadas al final del año 2018.
Paso del Arroyo de La Felicidad
Entre las dos manzanas de ampliación corre uno de los arroyos más caudalosos de la ciudad, el arroyo de La Felicidad, que se encuentra en proceso de ser canalizado por la Alcaldía, para se tiene contemplado la construcción de varios puentes que lo atraviesen. “Este viernes estarán adjudicando la canalización del arroyo de La Felicidad. Es un paquete de arroyos que la Alcaldía ya licitó y que está en proceso de contratación”, resaltó Lemus.
El foro
PUBLICIDAD
Paul Bromberg exalcalde de Bogotá y experto en urbanismo estuvo como invitado en el foro de socialización para compartir sus experiencias sobre espacio público en Barranquilla. En un ameno diálogo con el periodista Óscar Montes, Bromberg destacó del proyecto que “ustedes están creando una plaza y un parque y eso no usual. Juntar dos manzanas para el espacio público es una proeza y eso es lo que ustedes están haciendo”.
El académico resaltó que la plaza tendrá una etapa de co-creación con la comunidad para la cual los aportes serán muy valiosos. “Los barranquilleros están haciendo la historia de su plaza. La gente va a mandar sus propuestas y a escribir sus opiniones que seguramente serán contradictorias pero de eso hace parte el ejercicio”.
El punto crítico que Bromberg ve en el proyecto es el tema compra de predios, para lo cual lanzó esta pregunta: “¿Tiene alguien autorización para pedirle a un ciudadano la compra de su predio que no quiere vender? Ustedes lo van a hacer para convertirlo en espacio público y plaza y eso en Bogotá no se ha hecho y es una pregunta que debe hacerse”.
Durante el evento también hubo espacio para un panel moderado por Susana De León y varios arquitectos de la ciudad quienes imaginaron la nueva plaza “Debe tener mucho verde y mucha sombra. La ciudad tiene que estar preparada para invertir en los alrededores con proyectos productivos para que realmente sea una obra de renovación urbana”, opinó la arquitecta Katya González Ripoll.
Uno de los creadores de la primera fase de la Plaza de la Paz, el arquitecto Adolfo Schlegel, habló del proceso de concepción de este espacio. “Tenemos una plaza que se parece un parque y un parque que se parece una plaza. Con desniveles muy fuertes, con una vegetación de los patios de las casas anteriores que habían allí. Lo que pedía la comunidad era un parque más que una plaza. ¿Va a ser un parque o una plaza? Esa sutil raya es la hay que co-diseñar”.
El urbanista Alexander Niño opinó sobre el tema del comercio en la plaza. “No se debe copiar la plaza de otro lugar. Se debe construir una nueva con ideas locales. No se trata de sacar a los vendedores. Si vemos las plazas antiguas de México, en la antigua Tenochtitlan eran puntos de encuentro del comercio como plazas de mercado. Sacar las ventas es un suicidio cultural y social”.
Sobre el polémico tema de la adquisición de predios para la obra, Katya González, concluyó que “Existe la norma y la liberación de predios que es lo que realmente revitaliza una ciudad. La renovación urbana es necesaria y dinamiza a la ciudad. Liberar los espacios y darles nuevos usos es la tendencia que se debe seguir”.