Expertos en medio ambiente y ecología discutieron las legislaciones desactualizadas y la vulnerabilidad de los habitantes de áreas protegidas como los retos persistentes para lograr una mayor eficacia en la conservación del medioambiente en América Latina, según concluyeron en Cartagena.
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El evento se dio durante el cierre del Quinto Diálogo Regional de América Latina y el Caribe, organizado por la Iniciativa para la Financiación de la Biodiversidad (Biofin) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), expertos internacionales mostraron el camino a seguir para implementar acciones tomadas en otras regiones del mundo.
En Colombia, país anfitrión del diálogo, solamente en los últimos años se ha empezado a legislar en favor de la conservación con estrategias como los impuestos que multan a los grandes emisores de carbono, un proyecto de ley instaurado en 2017.
«Se han empezado a hacer grandes esfuerzos, pero los retos siguen siendo enormes, la biodiversidad se sigue perdiendo y el planeta se sigue calentado aceleradamente», añadió la representante residente del PNUD en Colombia, Jessica Faieta.
La vocera colombiana también señaló que «la situación de pérdida de biodiversidad afecta de manera desproporcionada a las poblaciones en mayor vulnerabilidad», siendo estas las más damnificadas al residir directamente dentro de las áreas de conservación.
El fenómeno de crecimiento residencial en áreas protegidas se viene presentando por la instalación de viviendas irregulares en zonas de conservación ambiental, motivo por el cual también se ha generado un reto para la regulación de estas personas y sus viviendas.
La directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN), Julia Miranda, señaló al respecto que en Colombia se ha superado “el estigma por la situación de guerra que vivió el país durante tantos años”, lo cual ha ayudado a aumentar el número de visitantes a las áreas de conservación.
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“Sin conciencia nacional y sin el convencimiento de los mismos colombianos por la importancia de las áreas protegidas no podríamos hacer nada”, señaló Miranda
De acuerdo con cifras de Parques Nacionales Naturales, el incremento de visitantes locales y extranjeros a las áreas protegidas en Colombia ha generado un aumento significativo en los ingresos económicos de las arcas del medioambiente, que en 2018 sumaron aproximadamente 7.6 millones de dólares.
El ingreso económico por la venta de entradas a las áreas hace parte de un programa para acabar con el déficit presupuestal de las zonas de conservación en el país, razón por la cual Miranda llamó a acabar “la desproporción existente” entre el dinero recibido y el costo de mantener estos espacios.
Según la dirigente, en Colombia el presupuesto asignado a la labor de conservación ambiental con el que cuenta su entidad es de aproximadamente 33 millones de dólares anuales para el cuidado de 1.116 zonas protegidas en el país, que equivalen a más de 31 millones de hectáreas.
Los expertos hicieron un llamado a los entes gubernamentales para aumentar las hectáreas de terreno protegido y sus presupuestos para preservar la diversidad natural de los países suramericanos.
Con información de EFE