A Kelly Cáceres, paciente bogotana de 24 años de edad, la echaron del Hospital de Suba a pesar de su estado grave: ella tiene una malformación arteriovascular uterina, un tumor que le provoca inmenso dolor físico y fiebre y que tiene comprometida su salud .
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El médico jefe de ginecología de este lugar fue quien le dijo en persona que tenía que irse, ya que no podían hacer nada por ella (a pesar de su gravedad) . Aunque la joven protestó, el galeno afirmó que no hay personal y equipos suficientes para hacerle una histeroscopia, necesaria para saber qué hacer ante su grave estado de salud y que acudiera con su EPS, por particular o por Profamilia. De hecho, una cita en ginecología en su EPS dura tres meses para hacerse efectiva y las validaciones mucho más tiempo. Eso es lo que no tiene Kelly.
Problemas con su EPS
La joven está en la EPS Comparta, que ha complicado, aparte, su situación, con procedimientos burocráticos. El 30 de enero le realizaron una ecografía donde su útero estaba bien. Esto fue en en el hospital Corpas. Ella volvió a ingresar por urgencias el 8 de febrero porque presentaba dolor y tenía dos meses de hemorragia. Le hicieron una ecografía donde se vio una malformación y la hospitalizaron y le hallaron un tumor que ha crecido en tamaño.
Luego de esto, le dijeron que la iban a remitir al Simón Bolívar porque allá le podían hacer otro examen y que probablemente le quitarían el útero. Pasaron cinco días y no se hizo efectiva la remisión. Fuera de eso, le suspendieron el antibiótico, porque los doctores le dijeron que «no lo necesitaba».
Para complicar su situación, la llamaron del Hospital Simón Bolívar, porque no pueden atenderla, ya que necesita estar en un hospital de cuarto nivel. Mientras tanto, el tiempo sigue corriendo y la joven tiene su salud más comprometida a medida que pasan los días.