El proceso judicial contra Zulma Guzmán Castro, la mujer señalada por las autoridades colombianas como la presunta responsable de envenenar con talio a dos menores de edad en Bogotá, ha ingresado en una etapa de definiciones técnicas en el Reino Unido. Después de meses de búsqueda internacional, la estrategia de su defensa parece centrarse ahora en su estado de salud mental, un factor que podría incidir directamente en los tiempos y la viabilidad de su extradición hacia Colombia.
(Lea también: Caso Vivian Polanía: salen a la luz las grandes preocupaciones que la atormentaban antes de morir)
La ubicación de Guzmán Castro se produjo en circunstancias críticas durante la mañana del martes 16 de diciembre. Según los reportes de la Policía Metropolitana de Londres, el servicio de emergencias recibió una llamada a las 06:45 a. m. advirtiendo sobre una mujer con intenciones de lanzarse desde el puente Battersea, al occidente de la capital británica. Versiones obtenidas por medios de comunicación como Blu Radio indican que fue la propia Guzmán quien realizó el reporte telefónico, aparentemente consciente de que la Agencia Nacional del Crimen (NCA) y la Interpol seguían sus pasos de cerca.
El rescate y la custodia británica
Tras el aviso, unidades de la Policía Marina del Reino Unido ejecutaron una maniobra de rescate en las aguas del río Támesis. Una vez fuera de peligro, la ciudadana fue trasladada a un centro asistencial bajo custodia policial.
En este momento, la prioridad de las autoridades locales es la estabilización médica de la detenida, pero simultáneamente se han iniciado las evaluaciones psiquiátricas. Este punto es determinante, ya que si los especialistas certifican un trastorno mental severo, el proceso de judicialización y el trámite de entrega a Colombia podrían verse suspendidos temporalmente bajo las leyes de protección de salud del Reino Unido.
Una fuga a través de doce países
La captura de Guzmán Castro no fue fortuita. Su nombre figuraba en una circular roja de Interpol, lo que activó protocolos de vigilancia en múltiples fronteras. Las investigaciones confirman que la mujer mantuvo un itinerario de evasión que incluyó al menos 12 naciones. El rastreo migratorio detalla que su salida de Colombia la llevó primero a Argentina y Brasil. Posteriormente cruzó el Atlántico hacia España y, finalmente, ingresó al país británico el pasado 11 de noviembre. Durante este periplo, el intercambio de información entre la Policía Nacional de Colombia y agencias internacionales fue constante para cerrar el cerco sobre su paradero.
Cooperación judicial internacional
Desde Bogotá, la Fiscalía General de la Nación y la Cancillería siguen de cerca el reporte de salud emitido desde Londres. El foco de la justicia colombiana es garantizar que Guzmán Castro comparezca ante los tribunales para responder por los delitos relacionados con la afectación a la integridad de los dos menores. Sin embargo, el derecho internacional estipula que cualquier ciudadano bajo un proceso de extradición debe contar con las condiciones de salud necesarias para enfrentar el proceso.
En las próximas semanas, los tribunales británicos deberán sopesar los informes médicos frente a la gravedad de los cargos presentados por Colombia. Mientras tanto, la sospechosa permanece en una unidad hospitalaria con vigilancia permanente, a la espera de un dictamen que defina si su destino es un estrado judicial o una institución de salud mental en territorio europeo.

