Durante la alcaldía de Carlos Fernando Galán, la inseguridad en Bogotá se ha consolidado como uno de los principales retos de su administración. Los hurtos a personas, especialmente en el sistema de transporte público y en sectores comerciales, han generado preocupación ciudadana, así como el crecimiento de delitos asociados a bandas organizadas que operan en diferentes localidades.
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Ante esto, el alcalde de Bogotá aseguró que el incremento de la producción de estupefacientes en el país ha sido la principal causa del aumento de la inseguridad en el país. “El Gobierno dice que tenemos la mayor incautación en la historia, pero la producción se ha multiplicado por 30. Estamos inundados de droga y eso alimenta las redes criminales en las ciudades”, aseguró el alcalde.
De igual forma, aseguró que “ya capturamos a más de 100 miembros del Tren de Aragua y le hemos dado herramientas a la Policía, como motos y equipos, pero necesitamos más apoyo del Gobierno Nacional. La ciudad puede contar con que seguiremos trabajando sin descanso por la seguridad de Bogotá”.
Los bogotanos se sienten cada vez más inseguros
La percepción de inseguridad se ha visto alimentada por casos de violencia callejera y ajustes de cuentas entre estructuras criminales, lo que ha obligado a reforzar los operativos policiales y la presencia institucional en zonas críticas.
A este panorama se suma la presión que ejercen grupos dedicados al microtráfico y la extorsión, fenómenos que se han expandido en barrios populares y han impactado directamente en la tranquilidad de los habitantes.
Bajo la administración de Galán, se han impulsado planes integrales de seguridad y convivencia que incluyen inversión en tecnología, aumento de cámaras de vigilancia y articulación con la Fiscalía para desarticular redes delictivas.
Sin embargo, las cifras y denuncias ciudadanas muestran que la inseguridad sigue siendo un problema estructural que requiere medidas más profundas y sostenidas.