El asesinato de Javier Mauricio García, un joven de 24 años cuyo cuerpo fue hallado desmembrado en Cajicá (Cundinamarca), continúa bajo investigación por parte de las autoridades. El caso ha generado conmoción en el municipio y se ha convertido en uno de los hechos criminales más impactantes de los últimos meses en la región.
El gobernador Jorge Emilio Rey Ángel entregó detalles sobre los principales indicios que manejan los investigadores, señalando que la hipótesis inicial apunta a una posible retaliación ligada al tráfico de estupefacientes, debido al historial judicial de la víctima.
Controversia por el hallazgo del cuerpo de Javier Mauricio García en Cajicá
Inicialmente se difundió que el cuerpo de Javier Mauricio fue encontrado durante las labores de búsqueda de Valeria Afanador, una menor desaparecida en el mismo municipio. Sin embargo, Luz Dary Pineda, madre del joven, aseguró que las autoridades “no estaban en la búsqueda ni de Javier ni de la niña”.
El capitán Álvaro Farfán, delegado de Bomberos de Cundinamarca, desmintió esta versión y explicó que el hallazgo sí se dio en medio del operativo por Valeria. El 20 de agosto, un vigilante reportó la presencia de una bolsa sospechosa con fuerte olor; al revisarla, personal de seguridad encontró un brazo humano y prendas de vestir, confirmando la escena macabra.
Antecedentes judiciales de la víctima
El gobernador Rey Ángel informó que Javier Mauricio García tenía varias anotaciones judiciales. Entre ellas figuran procesos por lesiones personales, hurto calificado, porte ilegal de armas y tráfico de estupefacientes. Con base en esta información, la principal hipótesis es que su muerte se relaciona con una retaliación de grupos ligados al narcotráfico. No obstante, el mandatario aclaró que esta teoría aún está en verificación y que el caso no tiene vínculo con la desaparición de Valeria Afanador.
Últimos rastros de Javier Mauricio
El joven fue visto por última vez el 10 de junio, cuando salió de su turno nocturno en la empresa Imusa, en Capellanía. Según su madre, vestía uniforme de trabajo y nunca volvió a comunicarse. La familia reportó la desaparición ese mismo día, pero solo semanas después se confirmó que los restos hallados correspondían a él.
La madre de Javier pidió a las autoridades que el caso no se limite a sus antecedentes y que se investigue quiénes fueron los responsables del crimen. La Fiscalía y la Policía Judicial avanzan en la recolección de pruebas y testimonios para esclarecer los hechos.
El caso refleja la complejidad del crimen organizado en municipios de Cundinamarca y la necesidad de reforzar la seguridad ciudadana frente al temor que generan los hallazgos de cuerpos desmembrados en la región.