El suceso ocurrió el pasado miércoles 28 de agosto, sobre las 8:20 p. m., en el restaurante de la carrera 19 con calle 127. El Teniente Coronel Oscar Eduardo Campaña, Oficial de guarnición de la Policía Metropolitana de Bogotá, confirmó que “cuatro personas ingresan e intimidan con armas de fuego a los ciudadanos que departían en ese establecimiento, despojándolos de sus objetos personales”. El oficial aseguró que la institución está comprometida con la seguridad y ya adelanta las labores para dar con la captura de los responsables.
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El relato oficial se complementa con el testimonio de una madre cuyo hijo fue una de las víctimas del atraco. A través de un mensaje compartido, la mujer contó que los ladrones se llevaron celulares —incluyendo varios iPhones—, relojes inteligentes y morrales. Además, señaló que un testigo vio una motocicleta que estuvo parqueada de forma sospechosa durante un largo tiempo en la calle 19, lo que sugiere que el robo pudo haber sido planeado.
Celulares como puerta de acceso a información bancaria
El caso del robo en el Mono Bandido ha puesto de relieve una preocupante modalidad criminal. La madre de la víctima relató que, en un principio, no entendían por qué los ladrones se robaban teléfonos como los iPhones, que supuestamente no sirven para repuestos. Sin embargo, al hablar con la Policía, las víctimas se enteraron del verdadero motivo: robar la información digital. Las autoridades explicaron que el objetivo es acceder a las tarjetas de crédito y débito digitales que están en los celulares, así como a las cuentas bancarias.
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El mensaje de la madre de la víctima concluyó con una alerta crucial para los ciudadanos: la necesidad de actuar de inmediato para bloquear la línea telefónica y las cuentas de banco en caso de ser víctima de un robo de celular. La rapidez con la que los ladrones se deshicieron de los teléfonos, que fueron encontrados a los 15 minutos en la carrera 15 con calle 17a, indica la urgencia de la reacción de las víctimas. Este hecho subraya la vulnerabilidad de la información digital ante el crimen organizado y la necesidad de tomar medidas de prevención más allá de la seguridad física de los bienes.
El sentimiento de impotencia y la preocupación por el aumento de la inseguridad en Bogotá son una constante en el relato, y el incidente en el norte de la ciudad sirve como un recordatorio para los ciudadanos de estar más alertas a lo que ocurre en su entorno.
Cifras de robo a establecimientos en Bogotá
Según datos de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá, el hurto a establecimientos comerciales mostró una reducción significativa durante el primer semestre de 2025. El número de denuncias por este delito pasó de 5,993 en los primeros seis meses de 2024 a 3,610 en el mismo período de 2025, lo que representa un descenso del 39%.
De acuerdo con las autoridades distritales, esta disminución se debe a patrullajes, operativos en corredores comerciales, y la optimización de los sistemas de videovigilancia. A pesar de estas cifras, casos como el del Mono Bandido demuestran que los robos a comercios y sus clientes siguen siendo un problema de seguridad en la capital colombiana.