La masacre de la familia Rodríguez Morales ocurrida en Mesitas el pasado 19 de agosto, sigue causando consternación entre la ciudadanía, aún más cuando el viernes 22 de agosto se conoció del asesinato de un hombre que se dirigía para el velorio de estas personas.
Lea también: “Me descontrolé”: la macabra confesión del adolescente que mató a su padre y a su hermana con 193 puñaladas en Bogotá
Las investigaciones realizadas por las autoridades, apuntarían a que se trataría de una vendetta entre bandas delincuenciales, dedicadas al microtráfico de estupefacientes en el sur de la ciudad de Bogotá.
Y es que lo que llamó la atención de las autoridades, es el parentesco del hombre acribillado por la espalda en la localidad de Kennedy, cuando ingresaba a las exequias.
De acuerdo a la revelado por El Tiempo, el hombre se llamaba Nelson Alberto Rodríguez Morales, tenía el objetivo de darle el último adiós a su madre, Sol Margarita Morales, quien fue una de las tres personas asesinadas en la masacre de Mesitas, junto a Anguel Nathalia Vaca Santamaría, de 24 años y Giovanni Javier Chivatá Daza, de 44 años.
El mismo medio mencionado anteriormente pudo establecer que Sol Margarita Morales, la señora de 67 años, era la líder de una banda criminal junto con su yerno Javier Chivatá Daza, este último tenía un proceso abierto por asesinar a un policía en julio de 2019.
“La señora Sol Margarita fue la que empezó con el negocio criminal y metió a sus allegados al hampa” dijo un testigo a El Tiempo.
Prontuario criminal de Nelson Alberto Rodríguez Morales
Igualmente, revelaron el historial delincuencial de Nelson Alberto Rodríguez Morales, el individuo asesinado llegando al velorio. Todo parece indicar que el hombre tenía ya tres condenas, la primera desde el año 2006 cuando pagó 8 años de cárcel por el delito de porte ilegal de armas.
En 2012 pagó 5 años de prisión por utilización ilegal de insignias y uniformes y en 2016 fue condenado a 6 años de prisión por los delitos de concierto para delinquir agravado y tráfico de estupefacientes.
Las autoridades siguen investigando quién dio la orden de ejecutar estos crímenes, pero las primeras hipótesis apuntan a rencillas entre bandas criminales para tomar el control del microtráfico.

