El Vive Claro Arena, el nuevo escenario de eventos masivos de Bogotá, ha generado un intenso debate tras su inauguración oficial. Mientras el concierto de Green Day atraía a más de 40.000 fanáticos, residentes de barrios cercanos como Salitre Greco y Pablo VI denunciaron que el fuerte ruido y las vibraciones afectaron la tranquilidad de sus hogares, sumando nuevas quejas a las denuncias previas por presuntas irregularidades en la construcción del complejo.
Concierto de Green Day, una potente inauguración
La presentación de la icónica banda estadounidense Green Day el pasado domingo 24 de agosto, marcó el inicio de operaciones del Vive Claro Arena. El evento, con boletería agotada, atrajo a miles de asistentes, posicionando al recinto como el más grande de su tipo en el país. Sin embargo, lo que para muchos fue una fiesta, para los vecinos se convirtió en una pesadilla. Los residentes del sector, a escasos metros del escenario, salieron a protestar en la calle 63, denunciando una intensa contaminación auditiva que, según sus testimonios, hacía vibrar los vidrios y lámparas de sus viviendas.
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Según relatos recogidos por medios como Mañanas Blu, los vecinos afirman que esta no es la primera vez que enfrentan problemas con los eventos realizados en el complejo. Alegan que con este ya son al menos tres los espectáculos que han generado el mismo tipo de inconvenientes, lo que les ha llevado a advertir que no soportarán un concierto más. Las quejas no se limitan al ruido: los residentes también expresan su preocupación por la seguridad y las presuntas irregularidades en la construcción, señalando un proceso que, según ellos, “privatizó” parte del espacio público.
Denuncias por permisos y seguridad
Una de las quejas más fuertes de la comunidad es la relacionada con la falta de permisos y licencias. Un residente, en declaraciones citadas por medios, aseguró que el Vive Claro Arena está “sin licencias” y que un informe del IDIGER advirtió que “las estructuras estaban mal puestas”, poniendo en riesgo a los 50.000 asistentes. La comunidad, en un llamado desesperado, se ha preguntado por el paradero de las instituciones y las autoridades locales que deberían regular y vigilar este tipo de construcciones. La controversia no solo se centra en el ruido, sino también en la seguridad de los asistentes y la tranquilidad de los vecinos, quienes se sienten en riesgo.
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La ubicación estratégica del complejo, entre las calles 26, 53, 68 y 50, lo conecta con zonas residenciales como Salitre Greco y Pablo VI, lo que agrava la situación. La preocupación de los vecinos crece con la expectativa de que se sigan realizando eventos masivos. La situación subraya la necesidad de un diálogo entre los organizadores del Vive Claro Arena y la comunidad, así como la intervención de las autoridades para garantizar que el desarrollo de este nuevo espacio de entretenimiento no comprometa la calidad de vida de los habitantes de la zona.
Investigaciones a las denuncias contra el Vive Claro Arena
Las denuncias ciudadanas por las presuntas irregularidades en la construcción y operación del Vive Claro Arena han movilizado a las autoridades del Distrito de Bogotá. La controversia se centra en la naturaleza de la estructura y los permisos necesarios para su operación.
- Sociedad Colombiana de Ingenieros y Alcaldía de Bogotá: Según informes, el alcalde Carlos Fernando Galán ha ordenado una revisión estructural del escenario, a petición de la Sociedad Colombiana de Ingenieros. La controversia gira en torno a si el complejo, presentado como una “estructura temporal”, requería o no una licencia formal de construcción y la aprobación del Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente (NSR-10).
- Secretaría Distrital de Ambiente: Esta entidad inició en su momento investigaciones y procesos sancionatorios contra Ocesa, la empresa operadora del escenario. Las denuncias, que datan de 2024, incluyen el uso de maquinaria pesada en zonas con árboles y el presunto incumplimiento de permisos silviculturales. En julio de 2025, la Secretaría inició un nuevo proceso por estas irregularidades. Las investigaciones siguen en etapa preliminar
- Concejo de Bogotá y Personería: Representantes del Concejo de Bogotá, como la concejala Quena Ribadeneira, han liderado veedurías y han solicitado debates de control político para que las autoridades respondan por la falta de permisos y las presuntas irregularidades. La Personería de Bogotá también ha estado presente en visitas técnicas al lugar.
Al respecto, el alcalde Carlos Fernando Galán señaló en julio pasado: “La comunicación de la Sociedad Colombiana de Ingenieros la recibimos y le estamos dando trámite para que, entre otros, el IDIGER —que es el encargado de revisar ese tipo de cosas— evalúe si se cumplen o no los criterios que debe tener cualquier estructura donde se realicen eventos en Bogotá”.
Sin embargo, en esa rueda de prensa el alcalde reiteró que el predio destinado al escenario no es un humedal, con lo que las sanciones solicitadas por algunos no tienen cabida: “En el gobierno del entonces alcalde Petro, la Secretaría de Ambiente concluyó que esos predios no eran un humedal, que no cumplían los criterios. Sin embargo, el año pasado, en 2024, la Secretaría volvió a hacer una revisión y ratificó lo dicho por Susana Muhammad —secretaria de Ambiente en ese momento— y por el propio alcalde Petro sobre este predio”.