El video, publicado el 18 de agosto en la cuenta de TikTok @georgito_000, muestra al joven contando el dinero que recolectó después de cinco horas de jornada cantando en Transmilenio. Las imágenes revelan una pila de billetes y monedas que, tras ser contabilizadas, sumaron un total de 124.500 pesos. La cifra se desglosa en 60.000 pesos en billetes y 64.500 pesos en monedas. Según el joven, el dinero sería entregado a su madre para ayudar con los gastos del hogar.
El clip superó rápidamente las 600.000 reproducciones y generó cientos de comentarios. La publicación desató opiniones divididas entre los usuarios: algunos aplaudieron la iniciativa y el talento del joven, mientras que otros cuestionaron que un trabajo informal de pocas horas pudiera generar ingresos superiores a los de muchos empleos formales en la ciudad.
La informalidad en Colombia: cifras oficiales
El caso del joven cantante es un reflejo de la compleja realidad laboral del país, donde el empleo informal es una de las principales fuentes de ingresos para millones de personas. Según los datos más recientes del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de informalidad a corte de junio de 2025 se situó en un 55 %, lo que significa que más de la mitad de la población ocupada en Colombia no cuenta con un contrato laboral formal. Para el caso de Bogotá, la cifra se mantiene por debajo del promedio nacional, con una tasa de informalidad del 42 %.
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A nivel nacional, la cantidad de personas en la informalidad superó los 12 millones, mientras que en la capital del país la cifra se acerca a los 2 millones. El DANE define a un trabajador informal como aquel que no está afiliado a la seguridad social y no tiene beneficios como pensión o seguro de salud.
La historia del cantante de TransMilenio pone de manifiesto una paradoja. Si bien la informalidad le permitió obtener un ingreso diario considerable, este tipo de trabajo carece de los beneficios y la seguridad que ofrece un empleo formal. Por esta razón, el debate en redes sociales refleja el asombro por la cifra lograda, pero también expone la dura realidad de la inestabilidad laboral en el país.
Debate sobre los ingresos en el transporte público
La publicación no solo mostró la realidad de los artistas callejeros, sino que también abrió un debate sobre la brecha salarial y la percepción del trabajo informal. Comentarios como “Sale mejor que un trabajo normal” y “Se gana más de lo que uno recibe en una semana” reflejan el asombro y, en algunos casos, la frustración de quienes tienen empleos formales con jornadas laborales más largas.
Finalmente, la historia se ha convertido en un ejemplo de las realidades económicas poco conocidas que coexisten en la capital, donde un ingreso de pocas horas en el transporte público puede superar el de un salario mínimo diario.