En un impactante video difundido en redes sociales, se observa a un motociclista arrollando a un niño que caminaba por una calle del barrio Patio Bonito, en la localidad de Kennedy, y huyendo del lugar antes de que las personas pudieran detenerlo. El menor quedó tendido en la vía mientras su familia clamaba ayuda para ubicar al responsable.
Según el testimonio del padre en el video: “Acaba de atropellar a mi hijo… este desgraciado puede matar a alguien…”. La indignación creció por la aparente fuga del motociclista, lo que ha intensificado las exigencias de la comunidad para que las autoridades actúen con urgencia.
Imprudencia, denuncia y consecuencias judiciales
Las autoridades aún no han identificado al responsable y aún no se ha pronunciado oficialmente. No obstante, la denuncia ya fue puesta formalmente y circula en redes sociales con el fin de facilitar su ubicación.
Más noticias: Tutela de Álvaro Uribe será analizada por magistrado que ya se apartó por vínculo con víctima del caso
En Colombia, huir luego de atropellar a alguien constituye un delito grave, incluso si no hubo fallecimiento. La Fiscalía General de la Nación puede abrir investigación por homicidio o lesiones culposas con fuga, agravantes que elevan la pena potencial y borran cualquier atenuante por accidente.
De acuerdo con el Ministerio de Justicia, el conductor que abandona la escena tras causar lesiones a otra persona puede enfrentar penas de presidio menor entre 1 y 3 años, inhabilidad para conducir e, incluso, cárcel si hay agravantes evidentes. También puede haber sanciones por omisión de socorro, contempladas incluso en casos sin responsabilidad directa en el accidente: penas de 6 a 18 meses y multas adicionales.
Lea también: “No soy drogadicto, ni pacté con mafias”: Gustavo Petro se defiende tras filtración de chats privados
El afectado o su familia pueden presentar denuncia ante la Fiscalía y solicitar reparación de daños. Incluso puede alcanzarse un acuerdo conciliatorio que atenúe la acción penal, siempre que se repare económicamente a la víctima.
Este caso deja clara la atención urgente sobre los deberes del conductor: detenerse, prestar auxilio y colaborar con autoridades y víctimas tras un accidente de tránsito.

