La informalidad y el riesgo sanitario alcanzaron un nuevo nivel en el centro de Bogotá con el resurgimiento de los “odontólogos de carretas”. En las últimas horas, un operativo coordinado entre la Secretaría Distrital de Seguridad, la Policía Metropolitana y la Alcaldía Local de Santa Fe desmanteló tres de estos “consultorios ambulantes” que operaban sin ningún tipo de licencia ni medida de higiene, poniendo en grave riesgo la salud de los ciudadanos.
Estos improvisados puestos ofrecían una variedad de tratamientos dentales a precios irrisorios, desde $20.000 por una limpieza dental, hasta la instalación de brackets y otros procedimientos clínicos. Dentro de las carretas, las autoridades hallaron implementos tan peligrosos como jeringas usadas, cauchos para brackets y herramientas médicas, todo manipulado por personas sin ningún tipo de formación profesional ni las condiciones sanitarias mínimas. “Estos procedimientos ilegales ponen en grave riesgo la salud de las personas. Nadie debería arriesgar su vida por ahorrarse unos pesos”, advirtió el coronel Luis Carlos Torres, comandante de la estación de Policía de Santa Fe, enfatizando la magnitud del peligro.
Operativo en Carrera Séptima y San Victorino: Más allá de lo dental
El operativo no solo se concentró en la salud pública, sino que abarcó un control integral de la informalidad y la ilegalidad en dos de las zonas más concurridas y comerciales del centro de Bogotá: la Carrera Séptima y San Victorino. Además del desmantelamiento de los consultorios dentales clandestinos, las autoridades realizaron importantes incautaciones que demuestran la complejidad del fenómeno de la ilegalidad en el sector.
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Durante la intervención, se incautaron 329 libros piratas que estaban listos para ser comercializados sin ninguna factura ni registro legal. Esta práctica, según las autoridades, no solo afecta directamente a la industria editorial formal, sino que también perpetúa la informalidad y el delito de la piratería en la ciudad.
En paralelo a estas acciones, el operativo también incluyó medidas para garantizar la seguridad y la convivencia ciudadana. Se decomisaron 22 armas blancas, lo que contribuye a reducir la capacidad de agresión en el espacio público. Asimismo, se realizaron tres traslados al Centro de Traslado por Protección (CTP) de personas que estaban incurriendo en comportamientos contrarios a la tranquilidad y seguridad en el sector, consolidando una intervención integral para mejorar las condiciones de una de las zonas más neurálgicas de Bogotá.

