El impacto de la moda para el planeta
Con la producción de hasta el 10 % de la huella de carbono en el mundo y responsable del 20 % de la contaminación de agua potable mundial, el sector de la confección se posiciona como la segunda industria que más contamina en el planeta, solo por detrás de la contaminación que genera el uso de los combustibles fósiles.
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Adicionalmente, hábitos de consumos acelerados y poco sostenibles como el Fast Fashion han provocado que más de 23 millones de toneladas de ropa vayan a parar a vertederos de todo el mundo.
¿Qué se está haciendo para cambiar esto?
A pesar de que varias organizaciones como WWF y las Naciones Unidas han advertido sobre el peligro que representa para el medio ambiente, que las personas compren nueva ropa en periodos de tiempo cada vez más cortos. El sector de la confección es uno de los que más ha crecido en los últimos años, según PROCOLOMBIA y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, entre enero y noviembre de 2022 el sector registró exportaciones por un valor de US $962,6 millones - un incremento del 6,5% con respecto al mismo periodo del año anterior. Esto, aunque es positivo para el desarrollo de una economía, pero es un golpe gigantesco para los recursos naturales.
Para contextualizarlos mejor, vamos con un ejemplo: Para la elaboración de una camiseta de algodón se necesitan aproximadamente 2,700 litros de agua, cantidad suficiente para que una persona beba durante 2 años y medio. Por otro lado, este producto demanda el uso de cientos de hectáreas de tierra para poder plantar el algodón, llevando a que cada vez haya más tierras secas y sin vida.
¿Podemos hacer algo?
La primera y mejor solución que las personas pueden hacer para reducir el impacto del sector textil, es reducir el consumo de ropa, acorde al ODS que nos habla sobre el consumo y venta de productos de manera sostenible.
Por esta razón, les queremos contar sobre los 3 emprendimientos que están vistiendo al mundo de una manera sostenible y siempre a la moda.
Alejandro Corcker es un diseñador y confeccionista oriundo de Venezuela, que vio en la moda sostenible una oportunidad de darle una segunda vida a las prendas olvidadas, reciclando telas y materiales e interviniéndolas a mano. Este emprendimiento ha sido reconocido en diferentes partes del mundo por ser una apuesta que rompe el paradigma de que la ropa no puede hacer parte de la economía circular.
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Mola Lola es un movimiento internacional que ha enfocado sus esfuerzos en promover el desarrollo y el reconocimiento de diseñadores, emprendimientos y productores que buscan transformar la moda del continente con un mensaje de responsabilidad medioambiental.
Historias hechas a mano este es un proyecto que hace parte de la marca de Juan Pablo Socarrás, un hombre que ha dedicado 10 años de su vida a liderar proyectos de transformación social y sostenible, entre los cuales se destaca Historias hechas a mano, un proyecto enfocado a la creación de prendas a partir de residuos y confeccionado por comunidades artesanas de Colombia y Panamá.
A pesar de que estos emprendimientos buscan crear ropa de manera más sostenible y han ganado fuerza tanto a nivel nacional como global, el principal mensaje que transmiten estos proyectos es la necesidad de que las personas comprendan el impacto que tiene en el medio ambiente la continua compra de ropa y el consiguiente desperdicio que se genera.
