Sin lugar a dudas, las mascotas son seres que se roban un espacio muy importante en la vida de las personas y de sus familias. Es por ello que el cuidado de estos animalitos pasa a ser una de las prioridades dentro de los hogares, por lo que muchos dueños suelen tener una veterinaria de confianza donde lleva a sus perros o gatos ya sea para consultas o peluquería.
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Una de las veterinarias más reconocidas en Bogotá se llama Animal’s, la cual tiene varias sedes en diferentes puntos de la capital del país. Por su renombre, muchos dueños de mascotas llevan sus animalitos a estas instalaciones.
No obstante, este importante sitio se ha visto envuelto en una polémica respecto a la muerte de un perrito. Se trataba de Merlín, un chihuahua de un año de vida, al cual sus dueños llevaron, el pasado 6 de mayo, para un baño y peluquería a la veterinaria mencionada.
Jeisson Fandiño y Jose Aldana, dueños del perrito, aseguraron en la revista Semana que llevaron a su mascota a la sede de la calle 73 para el servicio de spa a las 11 de la mañana. Ambos dueños aseguraron que era un servicio que frecuentaban seguido, por lo que confiaron el cuidado de su perrito a este negocio.
Sin embargo, como es muy usual en las veterinarias, los dueños dejan a sus mascotas en el spa durante el tiempo que se tardan en el baño y el arreglo y aprovechan para salir a hacer sus diligencias. Los empleados del lugar les recomendaron a los dueños pasar en una hora y media, que duraba el servicio.
Jeisson contó en el medio citado que antes de que se cumpliera el tiempo que les habían dicho, ellos recibieron una llamada desde la veterinaria donde les comunicaron que su perrito había fallecido: “Estábamos en el Alkosto de la calle 68 y nos llamaron a decirnos que el perrito había tenido un accidente y estaba muerto”, dijo.
Al parecer, la veterinaria dejó la puerta abierta, Merlín se salió a la calle y en un hecho fortuito un carro lo atropelló: “Se cometieron muchas fallas. No entendemos cómo dejan la puerta abierta. El baño queda en el fondo y las puertas de acceso son de empujar. El perro era una mascota mini. Tratando de recordar con mi pareja, vimos que estaban descargando alimento en el lugar y por eso estaban abiertas de par en par”, confesó el dueño.
La veterinaria se pronunció sobre el caso
“En 28 años de trabajo, nunca nos había sucedido lo que acaba de ocurrir en Animal’s de la Calle 73. Nuestro corazón está destruido como empresa, porque siempre cuidamos de los que no tienen voz, ustedes nos han visto recorrer las calles, recorrer incluso montañas para llegar a los más vulnerables y cuidar de ellos. Como empresa, estamos trabajando segundo a segundo para poder compensar el dolor causado. Nosotros sentimos profundamente el lazo especial que podemos formar con nuestros amigos peludos, vivimos este dolor como propio y es por eso que Animal’s se encuentra comprometida en brindar el apoyo y soporte necesarios durante todo el proceso”, dijo la empresa.
