El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, comunicó la implementación de un plan de racionamiento del suministro de agua en la metrópolis, como parte de un conjunto de acciones dirigidas a hacer frente a la disminución de los niveles hídricos en los embalses.
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Galán realizó una visita a uno de estos embalses para visualizar de primera mano la sequía que afecta la región. “Aquí se aprecia el estado actual de los embalses de los cuales obtenemos el agua para Bogotá. Pronto anunciaremos las medidas que estamos adoptando para abordar esta situación”, manifestó el alcalde.
El mandatario compartió imágenes que evidencian tanto la sequedad del suelo como la notable disminución del nivel del agua en el embalse, mostrando áreas que deberían estar sumergidas ahora expuestas al aire.
Recientemente, Galán anunció las medidas que entrarán en vigor a partir del próximo jueves a las 8 a.m., momento en el cual comenzarán las restricciones. El alcalde explicó que se dividirá la ciudad en nueve zonas, cada una sujeta a restricciones de suministro durante 24 horas, rotando para que cada área experimente la restricción cada diez días. “Habrá solo una zona con restricción por día”, aseguró Galán.
Se llevará a cabo una evaluación continua de la efectividad de estas medidas, considerando si es necesario ajustarlas para ser más restrictivas o flexibles. Además, se garantizará el suministro de agua a instituciones críticas como escuelas, hogares geriátricos y otros que carecen de capacidad de almacenamiento adecuada.
Natasha Avendaño, gerente del Acueducto, había advertido previamente que el próximo fenómeno de La Niña no será suficiente para restablecer los niveles de los embalses, justificando así la necesidad del racionamiento. “Nos encontramos en una situación crítica; si no llueve, tenemos menos de 60 días de reserva en el sistema de Chingaza”, afirmó Avendaño.
Las cifras actuales de los embalses son preocupantes, con solo 47 millones de metros cúbicos de agua disponibles en un sistema que tiene una capacidad total de 290 millones de metros cúbicos. El sistema Chingaza, según la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), se encuentra apenas al 16,88 % de su capacidad.
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El sistema Agregado Norte (Neusa, Sisga y Tominé) está al 55,64 % de su capacidad, mientras que el sistema Agregado Sur (Chisacá y Regadera) cuenta con un 44,91 %.
En una entrevista con Semana, el presidente del Grupo Energía Bogotá (GEB) destacó la situación crítica en la que se encuentra la ciudad. “En este momento, la demanda de energía en el centro del país ya alcanza el límite de lo que la oferta puede sostener”, señaló.
El racionamiento también afectará a municipios como Funza, Madrid, Mosquera, Tocancipá, Gachancipá, Chía, Cajicá, La Calera y Soacha.
El alcalde Galán reconoció la gravedad de la situación. “Estamos enfrentando los niveles más bajos de los embalses de San Rafael y Chuza desde que se construyó el Sistema Chinzaga en los años ochenta. Esta crisis sin precedentes nos obliga a tomar medidas drásticas para garantizar el suministro de agua en la ciudad”, declaró.
